Tengo la cara en alto, asegura Fernando Ríos absuelto por homicidio de hijo de Sosa

“Tengo la cara en alto, estoy emocionalmente sensible porque obviamente no es fácil, pero en cuanto a mi ser, mi persona, estoy fortalecido”, expresó Fernando  Ríos Maqueda, a cinco días de ser absuelto por un Tribunal de Enjuiciamiento, por el asesinato de Gerardo Sosa Cravioto, hijo del ex presidente del Patronato de la UAEH, Gerardo Sosa Castelán. 

El joven pachuqueño de 38 años y padre de familia, comienza a rehacer su vida tras permanecer en prisión dos años, los mismos que ha durado la pandemia, por lo que “la nueva normalidad es algo que me estoy encontrando”, señaló en entrevista con La Jornada Hidalgo

Demostrar su inocencia y pelear en contra de la historia de culpabilidad que el Ministerio Público no pudo sostener, “es un sube y baja de emociones”, definió Fernando, quien dijo se ayudó en esos momentos de los estudios que había cursado en la carrera de psicología, en la UAEH. 

“Además Gerardito fue mi amigo”, mencionó al inicio de la conversación, una de las razones por las que, dijo, espera reunirse pronto con la familia Sosa, “desde el primer día de mi detención busqué contactar con Gerardo (padre), le envié una carta pero al parecer no llegó”. 

“El proceso fue largo, al principio comer injusticia, enojo de que mis hijos hayan vivido un cateo, que mi familia viviera esta situación. En la segunda etapa comienza la relación al interior de la cárcel, tanto con las autoridades, los directivos, como la población (reos)”, relató. 

Fernando narró que permaneció en un área donde había 23 personas, entre los que se encontraban el ex alcalde de Mineral de la Reforma, Raúl Camacho Baños, el ex funcionario de la SEPH, José Antonio Turrubiarte Delgadillo, y el ex legislador Cipriano Charrez, y de este último, comentó, surgió una amistad, jugaron fútbol y ajedrez, “es una persona muy dedicada”. 

“Hay una indicación para las personas que están en esa área, nosotros tuvimos que ir luchando para tener derechos fundamentales, convivencia, deporte, recreación, educación, trabajo”. 

“Era un trato discriminatorio, de mil 800 internos que estaban nosotros éramos los únicos que dependíamos de un custodio que nos abría a la hora que él quería. Pero logramos que nos abrieran, comenzamos a pelear en Derechos Humanos y por lo legal”. 

“En la tercera etapa, que pudimos integrarnos a la vida del Cereso, los días comienzan más rápido porque tienes una dinámica. Al principio nos daban una hora en la mañana y otra en la tarde para ir a comprar nuestras cosas”. 

Fernando señaló que su paso por la prisión fue en un momento histórico y político interesante, en el cual su familia jugó un papel importante, y lo agradece, en especial a su hermano Eric, quien diseñó la campaña mediática “Fer no lo mató” para posicionar su inocencia. 

“Sabiéndome inocente en un estado ideal no estaría ni preocupado, es más no hubiera pasado esta situación, pero después de haber vivido tantos atropellos por dos años, uno deja de creer”, se sincera pero aconseja no doblarse ante una injusticia. 

Sobre el proceso judicial que Gerardo Sosa Castelán enfrenta, Fernando externó: “que tenga fuerza mental, el proceso jurídico es largo, somos familias que nos conocemos desde hace mucho tiempo y en esta fabricación ellos también fueron víctimas, porque ni él ni Damián señalaron que yo haya cometido tan atroz crimen”. 

Lo que sigue después de lograr su libertad, comentó, es cumplir el sueño de abrir una pastelería junto a su esposa y vender postres en el reclusorio, donde el tiempo que estuvo en prisión para sobrevivir puso una tienda de botanas, refrescos y dulces. 

“Hay gente que no tiene la capacidad mental y psicológica para soportar la prisión, y yo me llevo muchas enseñanzas. La gente al final de cuentas sea como sea, no dejamos de ser humanos, y hay muchos inocentes que están dentro del Cereso”, expresó. 

 “Siempre hay que pelear y no bajar los brazos, todo se puede, soy una muestra de eso”, dijo, al tiempo que recordó que la lectura de su sentencia se realizará el 13 de abril a las 9:00 horas, “en la misma sala y lugar, pero ahora voy a entrar por la puerta principal”, concluyó Fernando. 

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