Sheinbaum, adelante

Historias que contar

De acuerdo con dictámenes recientes, en el debate del pasado domingo, primero de tres, la morenista Claudia Sheinbaum fue la mejor calificada ante Xóchitl Gálvez, natural oponente, y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano (MC). Desde antes se preparaban para fortalecer sus propósitos por la Presidencia de la República.

El evento se celebró en la sede del Instituto Nacional Electoral (INE), en la ciudad de México, precisándose que se iniciaría a las 20 horas. Dos conocidos informadores fungieron en calidad de moderadores, Denise Maerker y Manuel López San Martín. Cumplieron con objetividad e incluso anunciaron que declinaban recibir 150 mil pesos por su trabajo.

Afuera del INE, en espacios de amplios jardines, desde hora antes se escuchaban grupos musicales, todos, por lo que se dijo, alentando a Sheinbaum, quien fue la primera en presentarse. Siguió Gálvez, a bordo de su conocida bicicleta. Al ser entrevistada, comentó, entre sonrisas: “Salí lista desde chiquita”. El último en llegar fue Álvarez Máynez. Empleó el autobús que ha utilizado en sus viajes proselitistas.

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Los candidatos se ubicaron, a la izquierda Sheinbaum, en el centro, Álvarez, y Gálvez a la derecha; separados y facilitándoseles espacios en donde colocar documentos, así como impresos que utilizaron en sus intervenciones.

Los moderadores reiteraron cuáles eran los temas a abordar: Educación, Salud, Transparencia, Combate a la corrupción, No discriminación y grupos vulnerables, para ultimar con Violencia contra las mujeres. También estaban previstos mensajes, enviados con oportunidad desde todo el país, con preguntas concisas.

Sheinbaum utilizó un vestido del color que identifica a Morena; Álvarez optó por dejar la corbata en casa, y Gálvez, un conjunto cómodo, todo en blanco.

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Se especulaba que sería la hidalguense la que acometería, muy en especial, en el  marco de su inacabable sonrisa, esto en sus intervenciones, pero en especial cuestionamientos, calificativos punzantes a Claudia, tal vez con el objetivo de hacerle perder su beatificada calma y, en palaras más directas, “sacarla de sus cabales”.

Sucedió así, como cuando la increpó sobre su supuesta pasividad en el amargo desplome del Colegio Rébsamen, en donde la mayoría fueron niños las víctimas, y también las continuas descomposturas en líneas del Metro, por mencionar las envueltas en marcos de tragedia.

Curiosamente, Gálvez, tras formular sus preguntas, miraba a la derecha para pulsar las reacciones. En ninguna la morenista perdió la compostura, ni cuando su interlocutora arremetió, asestando:” …es una mujer fría, sin corazón”.

Claudia también tomó iniciativas, como espetarle, con una cartulina en mano, que se refería a la promesa, nunca cumplida, de su oponente, de donar al Colegio Salesiano un departamento y dentro del espeso silencio anunciar: ”Lo vendió a la sobrina de Felipe Calderón por millones de pesos”. Xóchitl solo escuchó, sin interpelar ipso facto obre el sobre el asunto, para después citar que publicaría en redes sociales el informe de la donación que hizo a esa institución.

Quien, debe decirse, no desmereció en sus intervenciones fue Álvarez Máynes. Los puntos que se abordaron, llegado su turno, los abordó con conocimiento, citando antecedentes y números y también aportando posibles soluciones.

Debate que recordó el primero en la historia,30 años atrás, con  Diego Fernández de Cevallos, Cuauhtémoc Cárdenas y Ernesto Zedillo de personajes.

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