Lo que viene

Historias que contar

Desde hace meses se esperaba que el proceso para elegir nuevo presidente(a) de la República sería intenso, sobre todo por la participación de Morena y el bloque opositor PAN, PRI y PRD. El primero, un tanto adelantado, dio a conocer sus aspirantes: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Manuel Velasco y Gerardo Fernández Noroña, ya identificados ante la opinión pública como corcholatas. De ellos, cinco, salvo Adán Augusto, que no quiso, con un apoyo de cinco millones de pesos para sus gastos en recorridos por el país.

Del otro lado, fueron muchos quienes se inscribieron, 33, algunos poco conocidos y la mayoría militantes en alguno de los tres partidos. Al final disminuyó el número hasta quedar 13. Sobresalieron por su palmarés político, Beatriz Paredes Rangel, Santiago Creel, Enrique de la Madrid, Silvano Aureoles, Miguel Mancera y Xóchitl Gálvez.

Ellos se comprometieron a recabar 150 mil firmas de quienes los respaldaban para el final, tras sondeos y encuestas, anunciar el 3 de septiembre quien era formal candidato por esta coalición.

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Se especulaba que de ellos tendrían más oportunidad de ser nominados, Paredes, Rangel, Creel, Mancera y hasta De la Madrid. Sin embargo, la sorpresa la dio la hidalguense Gálvez, después de que Andrés Manuel López Obrador la consideró, en una conferencia mañanera, como la casi segura ganadora de la nominación.

Entonces, en ese marco, empezó una especie de “ahora yo, mañana tú” entre declaraciones de AMLO y de Xóchitl Gálvez. Subieron de tono entre aseveraciones que ella había supuestamente altamente favorecida en administraciones en las que colaboró y sus respuestas, algunas más allá de un tono respetuoso con el presidente de la República, que al tiempo abonaron en favor de su acción política, colocándola casi casi como segura candidata del PAN,PRI y MC.

Recurrió a instancias importantes en esta contienda, para quejarse de lo que AMLO señalaba de ella. Logró así que el Instituto Nacional Electoral (INE), esgrimiendo argumentos que lo dicho sobre ella afectaban imparcialidad, neutralidad y equidad electoral.

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A través de la Comisión de Quejas del INE, se instruyó a que López Obrador debía abstenerse de formular expresiones sobre Gálvez y en un plano más universal -sobre los que tienen la figura de aspirantes para el 24.

Y lo del INE no quedó ahí, la misma Comisión de Quejas (del INE), ordenó a Morena acotar eventos de sus militantes a encabezar la defensa de la Cuarta Transformación

Y que estos no sean públicos como recorridos o asambleas, sino sólo para militantes y simpatizantes, y que se realicen, de preferencia, en sedes partidistas.

Hubo inmediata respuesta de la dirigencia de Morena a través de un comunicado,  enfatizó que lo determinado por el INE “no imposibilita” a los aspirantes en el proceso interno para definir la coordinación nacional de defensa de la Cuarta Transformación para hacer asambleas informativas en espacios públicos, realizar recorridos u otro tipo de actos.

También: “Sabemos que el bloque conservador quisiera sacar de las calles y plazas públicas nuestras asambleas, porque a ellos les gusta hacer las cosas en lo oscurito, no les gustan la democracia ni el debate público. De nueva cuenta fracasaron”.

Y retomando a Xóchitl Gálvez abundó en lo manifestado por el Ejecutivo federal y dijo: “el Presidente está apanicado, acaba de hacer un ´perro oso´ , porque publicó la información privada de mi empresa”.

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