JUSTICIA CON INSPIRACIÓN FRANCISCANA

Así como el interés material y la afinidad intelectual, el ejercicio profesional ha generado organismos con vocación de impulso al desarrollo del conocimiento y la defensa de la práctica disciplinar.

Academias de ciencias y artes distinguen la cultura de las naciones. Igual las corporaciones de profesionales y especialistas en las diversas áreas del saber marcan tendencia en las regiones del planeta, constituyen una importante red de vínculos para su intercambio y presencia global.

Las profesiones jurídicas tienen largo camino andado en esa colegiación. Las antiguas barras de abogados de origen local, fueron luego nacionales y, después de rebasar las fronteras, son parte importante en la globalidad, identificadas con problemas y retos comunes, unidas en proyectos de interés regional por razones políticas, comerciales, ambientales, educativas, jurisdiccionales, y con el denominador común de la defensa de los derechos humanos.

Cercanas al ambiente iberoamericano están las prestigiadas asociaciones españolas de la abogacía, así como las integradoras de quienes allá imparten justicia: la Asociación Judicial Francisco de Vitoria y Juezas y Jueces para la Democracia, surgidas en 1979 y 1983, respectivamente.

En nuestro país, con ese mismo propósito funciona la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia, AMIJ, reunión de representaciones de todas las materias jurisdiccionales locales y federales, asimismo otros colectivos especializados, por ejemplo la Asociación de Tribunales Electorales de la República Mexicana, A.C.

En el continente americano funcionan la Red Latinoamericana de Jueces y la Unión Iberoamericana de Jueces, e internacionalmente la Unión Internacional de Magistrados, desde 1953, con sede en Roma, integrada con cuatro grupos regionales: Asociación Europea de Magistrados, el Grupo Iberoamericano, el Grupo Africano y el Grupo Asiático, Norteamericano y Oceánico, y cuyo Consejo Central emitió en 1999 el Estatuto Universal del Juez.

Con la inspiración en la prédica del papa Francisco, en 2019 se constituyó en la Ciudad del Vaticano el Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Humanos y Doctrina Franciscana, Copaju, con sede en Buenos Aires y una relación directa con la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, presidida por el juez argentino Roberto Andrés Gallardo.

A la fecha, el Copaju tiene siete capítulos nacionales: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Estados Unidos de América y, a partir del inmediato 17 de este mes, México, cuya integración se formalizó durante su Segunda Cumbre Internacional celebrada en la ciudad de Tlaxcala, capital del estado mexicano del mismo nombre, con la presidencia de la magistrada Rebeca Xicohténcatl Corona.

La participación en esa Segunda Cumbre de la Copaju de: Marcelo Suárez Orozco, canciller de la Universidad de Boston, Margarita Luna Ramos, ministra en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de México, Eugenio Raúl Zaffaroni, ex juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y de Víctor Manuel Rodríguez Rescia, presidente del Instituto Internacional de Responsabilidad Social y Derechos Humanos, de Costa Rica, fue el mejor marco de experiencia, pluralidad e inteligencia jurídica para inaugurar el capítulo mexicano.

Copaju es interesante opción para las y los juzgadores mexicanos ante los crecientes desafíos de la justicia, sugiere ampliar el horizonte jurisdiccional con la visión de un líder universal: el primer Papa latinoamericano.

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