GOTA SECA

darDOS con garlito

Garlito

Ya desde aquel lejano 1555, en que un inquieto minero que iniciaba la industria de la metalurgia y quien después de varios intentos en Europa y Sudamérica, vino a estas tierras para en Pachuca y en especial la mina de San Juan perfeccionar su sistema de extracción y aprovechamiento de metales preciosos como oro y plata; proceso químico peligroso donde se utilizaban sustancias como el mercurio, antes llamado azogue, procedimiento denominado beneficio de patio que entre otras cosas debería utilizar mucha madera y mucha agua; años después desaparecieron los bosques cercanos y el agua vital se ausentó hasta nuestros días.

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Escasez  

Pese a contar con un río que alguna vez fue de agua potable, la leal ciudad de Pachuca siempre ha tenido sed y su agua apenas si alcanza a satisfacer mínimamente las necesidades de la población, para nadie es un secreto que desde hace centurias, la falta de agua potable en los barrios altos de la capital, es una constante que de tan cotidiana, ya nadie se percata de su escasez pero si  del incremento en los cobros y en la suspensión del servicio pese a no tener el servicio; en la mancha de construcciones en obra negra de la zona de El Huixmi y el desarrollo urbano en el poniente colindante con el panteón municipal y la prisión, en esas colonias la falta de agua han convertido la zona en un páramo donde las personas viven con el líquido que pueden comprar a una pipa y muy esporádicamente del organismo encargado de abastecerla; por aquel río de agua potable ahora solo corren  automóviles veloces.

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Siempre sin agua o con muy poca agua, los pachuqueños han aprendido a vivir despojados de un vital elemento para la existencia, el crecimiento desordenado de la ciudad en un falso indicio de modernidad, con la construcción de fraccionamientos fraudulentos y complicidad de quien organiza los servicios municipales, así como el desaforado impulso de una red intrincada de vialidades inoperantes, todo eso trastocó la antigua red de distribución restando presión para poder satisfacer la demanda que crece conforme la población, aunado a la falta de mantenimiento, material inadecuado y los pellizcos al presupuesto, dejan a los pachuqueños sin ese líquido, hay colonias como Pitahayas que desde hace un año no les cae agua más que del cielo y como dijera el clásico, nadie hace nada.

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Perpetua

Como visionaria de una novela de ciencia ficción, alguna vez una representante popular de la sierra, argumento que la falta de agua y el aprovechamiento de ella, podría generar descontento y a la larga violencia en esa zona por el control del agua, sin embargo el agua es de todos y salvo en estados como Chihuahua donde un gobernador se construyó presas para sus tierras dejando sin agua a poblados enteros, la ciudadanía sabe hoy que la falta de agua viola sus derechos humanos y es una negligencia no atender esta carencia, como muchas cosas en México, al ciudadano de a pie no le queda otra alternativa que protestar bloqueando carreteras para que una institución deficiente intente solucionar los problemas mediante acuerdos de mayor bombeo y dotación de pipas, ya que solo se abastece ocho horas al día una vez por semana para atender a más de mil viviendas en el fraccionamiento Pitahayas, situación repetitiva en toda la ciudad, hasta el momento nadie da la cara y propone soluciones o ¿se vivirá de agua de pipas con cobros en los recibos correspondientes? ¿Se suspenderá el servicio sin que caiga una solo gota? La respuesta es sí.

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Bloqueos ciudadanos en carreteras, avenidas y calles, en poco soluciona el problema, es solo respuesta a la desesperación ciudadana y exigencia a la institución correspondiente que sin ser la culpable, debería ofrecer una postura institucional y un planteamiento real del problema y su solución o de plano no hay inteligencia; otro locuaz gobernante alguna vez prometió solucionar el problema cambiando todo el drenaje de la ciudad, en breve no faltará quien nuevamente utilice el desabasto de agua para que algún político pueda llevar agua a su molino y esa sea una promesa de un gobierno municipal que si le interese su pueblo; en tanto la falta de agua continuará en Pachuca y aquel beneficio de patio de Bartolomé de Medina deje de ser la maldición de la capital del estado.

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Rolando García

Pachuqueño, periodista guionista, registrando la historia cotidiana de todos los días