EXPERIMENTO TURÍSTICO

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Garlito

Muchos viejos habitantes de las desoladas y desérticas comarcas mineras, imaginaron que esos villorrios algún día, serían atractivos para viajeros que divulgarían las bellezas naturales, costumbres y tradiciones, de lo que aquí era el trabajo diario y fiestas anuales; la vieja costumbre de tatarabuelas con creencias férreas católicas, de cada año dedicar un día especial para elaborar moles, adobos, buñuelos al Santo Patrón de la región y para ello ahorraron o juntaron los elementos necesarios para esa fecha, comer diferente al resto de los días; la música de los sepelios y las honras a los difuntos, así como perder la realidad en los bailes de carnaval, jamás imaginaron que la personalidad única de sus tradiciones sería cultura y el turismo, la posible activación económica de pueblitos que hasta hace veinte años, estaban en el olvido de locales y forasteros.

Depredador

La necesidad del ser humano del ocio y la diversión, van más allá de una costumbre capitalista o un derecho laboral, las vacaciones son fundamentales para los trabajadores y su función en los procesos productivos, dejar que conozcan, divaguen, viajen utilicen ese periodo de tiempo, muy corto en que no trabajan, en sentir que el esfuerzo da recompensaciones, aunque se pague a crédito el hotel; el gran turismo es una perspectiva a largo plazo, para ello cada fin de semana, se le puede a estos pueblitos arrancar parte de sus formas de ser y sentir, en atraer a visitantes, que de turismo medio a mochilazo, son la mayoría de los visitantes o turistas nacionales; así observamos cada fin de semana largo o corto, festivo o no, una marabunta humana que urge visitar, conocer pueblos, comer su comida, ver sus paisajes y abandonarlos en la noche; utilizados por visitantes en la mayoría de los casos, inconscientes de su paso destructivo, los pueblos sin visitantes tienen como testigo de la admiración que le tienen a su fiesta o tradición, montañas de basura, contaminación y ahora incluso inseguridad; el turismo semanal puede poner en riesgo a las poblaciones y sus verdaderas esencias culturales e históricas.

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Venecia, la ciudad más visitada de todos los tiempos del mundo, desde la época de Marco Polo, hasta la severísima crisis por la que atraviesa hoy día, el punto turístico más importante del mundo, la ciudad del Renacimiento, donde habitaron grandes genios y desde donde se proyectó la modernidad, agobiada por los turistas pide, exige ya no la visiten, el deterioro es tan grave, la contaminación excesiva, abusos de los visitantes que sienten derecho de ensuciarlo todo, de meterse a todos lados, emborracharse, ensuciar la vía pública y antes de su huida, una larga estela de afectaciones; las autoridades, no solo analizan la posibilidad de cobrar en eventos que eran populares y gratuitos, como el carnaval, sino restringir la entrada a los turistas que en grupos, arrasan, ensucian, contaminan, destruyen, permitiendo que solo aquellos turistas que pernoctarán y no son más de cuatro o cinco, tengan acceso a los atractivos y edificios históricos, debe haber un verdadero interés cultural y no solo pasearse en pantalones cortos, bebiendo cerveza en los jardines y creyéndose inmunes por ser turistas.

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Exceso

Turismo depredador al que se debe frenar antes que afecten irreversiblemente, pueblos y ciudades, que se ven rebasadas por visitantes y la calidad de servicios turísticos mengua, ante tal demanda, en los pueblos de Hidalgo se puede observar por las tardes noches, el paso depredador; crear campañas de concientización a los visitantes que respeten y no ensucien, se ve como una descortesía, ordenar, dirigir, observar y fiscalizar el comportamiento de los turistas es necesario, sobre todo en nuestros centros turísticos, donde las bebidas espirituosas corren alegremente y ahora, en que se detonó una fiebre por atraer turistas y cada pueblo comunidad o paraje, hoy día es pretexto para festivales, encuentros, concursos, muestras gastronómicas, hay un exceso de fiestas y muchos pueblos y habitantes no conocen en realidad el trato al visitante, que es muy exigente.

Podemos ver que cada municipio o comunidad, está preparando su actividad turística con el fin de atraer recursos, la planeación de lo que se ofertará al visitante, realmente cuenta con la calidad requerida y aquellas tradiciones y costumbres, que sean realmente populares y no inventos mercantilistas; crear una policía turística es una utopía, pero una necesidad si se le va apostar al turismo como posibles proyectos que saquen de la pobreza a miles de personas que deben ser preparadas para atender la industria del turismo y no sean presa del turismo depredador o del crimen, que descubra arte sacro, vestigios prehispánicos y riquezas sin la protección adecuada; el turismo es cosa serie y se debe planear correctamente, para no inventar platillos gastronómicos, que son una burla, como el tradicional de Pachuquilla: una torta de chile.

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Rolando García

Pachuqueño, periodista guionista, registrando la historia cotidiana de todos los días