El Ecoloco
darDOS con garlito...
Garlito
Malvada y perversa, se hace más poderosa en cuanta más basura tiren los niños en la calle y ensucien todo; su objetivo que el mundo sea un lugar oscuro y lleno de desperdicios, para su fin tiene unos insectos que embrujan a los niños y los obliga a contaminar; en su mundo no existen las papeleras o los basureros urbanos donde el viandante pueda arrojar su basura, en las esquinas se acumulan montañas; andando por las calles de Pachuca, recordé el cuento para lectores infantiles de Irene Hernández, España 1969, La Bruja basurera.
Basureros
En un recorrido por la ciudad, con mi basura en la mano, botella pet y algún envoltorio de papel, acorde a enseñanzas obtenidas en las clases de civismo, hoy muertas, tendría que dejarla en un basurero o llevarla a casa; busque a lo largo de varias calles y otras calles y los recipientes de la vía pública son personajes casi extintos en la escenografía urbana; ahora que sabemos que la limpieza es fundamental para la salud pública, no hay este tipo de artículos llámense papeleras, basureros, cestos, para tratar de contribuir en la limpieza citadina, además de crear conciencia colectiva para una mejor convivencia y tener una ciudad limpia, más sana; El Ecoloco, es el otro personaje que sin duda habita Pachuca, tan perverso como la otra, trata de ensuciar todo con su lema: ¡viva la mugre, la basura y el esmog! Alardea que hay que tirar la basura en las calles y así se ve, el espectáculo en el centro histórico y en casi todas las colonias por las tardes-noches montones y montones de basura en las esquinas; el Reglamento de limpia, recolección, traslado y disposición final de los desechos sólido del municipio de Pachuca, la Ley general del equilibrio ecológico y la protección al ambiente, así como la Ley general para la prevención y gestión integral de residuos, es letra muerta; llegue a casa con mi basurita.
Civismo
Ese era el nombre de una asignatura escolar que se impartía en primaria, se proponía y creo lo logró, crear ciudadanos y ciudadanas respetuosos del orden y de la sana convivencia colectiva, hasta que alguien la eliminó para siempre; mantener limpia nuestra casa común, la ciudad, era tema de alguna clase, depositar los desperdicios en los lugares adecuados, porque los había a lo largo de las calles, desde hace muchos años a los pachuqueños, se les privó de basureros y se prefirió las esquinas como centros de acopio; por las noches, montañas de desperdicios y hoy recicladores, apartando los materiales, la basura da pingües ganancias; tema de educación y cultura común, fundamental para tratar de lograr una capital del estado sustentable, no solo bastan vialidades y grandes consorcios, también las banquetas y calles limpias y sin basura, deben ser primero para aspirar a una ciudad moderna, no tan viciada como Pachuca.
Alcaldes banqueteros, se nombraban a aquellos funcionarios que construían, arreglaban banquetas y colocaban basureros en plazas y calles, no estaba concesionado el negocio de los desechos el servicio era municipal, en respuesta gente igual de nefasta, dejaba en los botecitos, colchones, muebles, salas y mascotas muertas; todos somos cómplices.