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En la presentación de la micronovela El secreto de la Viuda Negra. Un nuevo caso para El Cuco Samsa, Agustín Cadena compartió que la idea de la historia, concebida inicialmente como un ejercicio lúdico, fue un homenaje a la tradición de la novela negra.
Desde la terraza del hotel Casa Basalto, en Pachuca, donde se presentó el libro bajo el sello de Editorial Elementum, el autor recordó que el proyecto nació hace algunos años con un primer episodio inspirado en los clásicos del género y en autores como Dashiell Hammett y Raymond Chandler, a quien definió como su favorito. En aquel entonces, señaló, contó con la complicidad literaria de León Cuevas.
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Durante la sesión de preguntas y respuestas, el escritor Agustín Cadena fue cuestionado sobre si su obra guarda relación con el entorno de violencia que vive México y sobre su afinidad con la novela negra.
Cadena explicó que existen distintos tipos y tonos dentro del género, algunos vinculados con la crudeza y el horror de la realidad nacional, pero aclaró que ese no es el camino que sigue su literatura.
“Mi novela negra proviene más bien de la novela de caballerías. Para mí es importante que exista un elemento ético, un personaje con rasgos quijotescos que, en medio de un mundo corrompido, conserve su lealtad a un principio, a sí mismo o a una idea personal de justicia”, señaló.
Agregó que sus detectives suelen tener una relación conflictiva con la autoridad: “En las historias que me gustan —y en las que escribo— el detective es casi siempre tan enemigo de la policía como de los criminales, porque sigue su propio código”.
Sobre la elección del género, Cadena afirmó que su interés no está en reflejar la violencia cotidiana, sino en continuar una tradición narrativa que lo apasiona. “Me gustan las novelas de caballerías, me gusta el noir y sus personajes. No toda la novela policíaca es nocturna; ahí está Agatha Christie, por ejemplo. Yo opté por un tipo particular de noir que responde a mis propios intereses literarios”, concluyó.
Cadena destacó que el libro fue enriquecido con el trabajo gráfico de Maya Romero, ilustradora de la obra. “El detalle de la imagen aporta la mitad del significado de la novela, y la otra mitad está en el texto; se complementan perfectamente. Por eso me siento contento y agradecido”, expresó.
El escritor también reconoció la labor de la editorial, a la que agradeció el cuidado puesto en la edición y en la presentación del libro. “Se nota el esmero y el cariño con que se trabajó, y eso me enorgullece”, afirmó.
Concluyó su participación resaltando que la obra es el resultado de un trabajo colectivo y de una apuesta por mantener viva la tradición del género negro en la literatura contemporánea.
Por su parte, la ganadora del Premio Internacional de Novela Negra Una vuelta de tuerca 2025, Diana Teresa Pérez Ortiz, señaló que “En una época de crisis, donde basta un cerillo par incendiar el mundo entero, esperamos con inquietud y angustia el pretexto que desate el estallido final (…), pero nada es lo que parece y por eso el Cuco está más alerta que nunca”.
Maya Romero habla sobre su experiencia como ilustradora
Durante la presentación del libro, la ilustradora Maya Romero compartió cómo surgió su interés por el dibujo y lo que significó colaborar en esta obra.
Recordó que desde niña pasaba mucho tiempo acompañando a sus padres en el trabajo, lo que le dejaba espacio libre para dedicarse a dibujar. Ese hábito, comentó, fue el origen de su pasión por la ilustración.
Al integrarse al proyecto, relató que uno de los retos fue rediseñar a los personajes creados por Cadena. En un inicio intentó mantenerlos muy cercanos a la versión original, pero después optó por proponer un estilo propio que equilibrara distintas influencias, entre ellas el anime, lo humano y lo arácnido, hasta llegar a un punto intermedio que conservaba la esencia del diseño original.
“Fue un proceso divertido, pero también estresante porque al mismo tiempo debía atender mis estudios”, confesó. Finalmente, destacó que, aunque algunos personajes tuvieron cambios importantes, otros, como Cuco, mantuvieron su esencia, solo adaptados a su estilo personal.
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En la misma velada editorial, se presentó la obra El silencio del Sátiro: una lectura crítico-biográfica de Efrén Rebolledo, ensayo de Agustín Cadena, que redescubre la figura compleja del extinto escritor nacido en Actopan, Efrén Rebolledo.
En el interludio musical, el músico Daniel Caltzontzin tocó la siringa, instrumento de viento de los sátiros. Con este marco, dio paso al comentario de Elvira Hernández Carballido al ensayo biográfico El silencio del sátiro. La académica subrayó el valor de la mirada contemporánea de Agustín Cadena sobre un autor indispensable.
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