MEXICANAS QUE HICIERON HISTORIA 3

Pedro J. Fernández aglutina para niños y jóvenes relatos de 50 mujeres que alcanzaron sus metas y sueños pese a que alguna vez se les dijo que no podían hacer algo por su condición de género

¿Cómo contar a los niños la historia de 50 mujeres que han sobresalido en México? ¿Cómo explicarles temas como la violencia, equidad de género y hasta feminicidios? Pues Pedro J. Fernández lo consiguió en su libro “Mexicanas que Hicieron Historia 3”. 

Y es que el autor de dicha trilogía aglutina 50 historias de aquellas mujeres que fueron y son temerarias, que lucharon y luchan con todas sus fuerzas para alcanzar sus metas y sueños y que gracias a ellas se han hecho cambios en la nación y se han volteado a ver temas que importan en la sociedad. 

 Para el escritor de libros como “Malintzin”. “Yo Díaz”, “Morir de Pie”, “Lo pecados de la familia Montejo”, entre otros más, la mujer mexicana tiene que estar en libros de historia porque se debe de reconocer su trayecto no sólo de las que ya no están, sino de las que siguen vivas. 

“En este libro están historias como la de Marisela Escobedo y María Salguero que tienen un valor muy importante en contra de la injusticia en México.  

“En el caso de María es la primera que toma todos estos datos y dice que tenemos un problema de violencia de género y arma un mapa. Entonces desde que se armó ese mapa fue cuando la gente le prestó atención, entonces es algo que las niñas tenían que conocer a detalle, porque realmente ellas deben de saber el problema que hay y deben de conocerlo ahorita porque si alguna fuera violentada, espero que no, pues que sepan que es algo que está sucediendo, que no debería, de forma cotidiana, pero que hay mujeres que están luchando por eso y que se puede cambiar si todos ponemos un granito de arena. Creo que es importante desde que las niñas conozcan que hay mujeres ahorita que están luchando por sus derechos”, aseguró.

Científicas, académicas, deportistas y artistas son el eje central de dicho libro de editorial Alfaguara y que le enseñaron a Pedro a no rendirse jamás pese a los contratiempos y los topes que la misma sociedad va poniendo en el camino. 

Recordó que cuando estaba escribiendo el tomo uno de la trilogía hubo personas que trataron de bajarle el ánimo de que iba a ser complicado conseguir sus primeros 50 relatos y que no iba a funcionar, pero la realidad fue diferente. 

“Me enseñaron que todavía hay muchísima valentía y que hay mucho camino por recorrer y que podemos ser aliados de este movimiento reconociendo sus derechos, reconociendo su lugar y que han estado siempre en la historia de México. 

“La verdad es que estás historias están increíbles y seguí adelante y ya cuando se publicó el primer libro les demostré que sí había muchas mujeres y que sí había interés en este tipo de contenido, entonces muchas veces cuando voy a hacer un libro están esas voces de que ‘no voy a vender, ‘este personaje no interesa’ y yo sigo adelante porque creo que la historia tiene un valor y finalmente cuando se publica pues veo que sí lo logré a pesar de lo que los demás opinaban”, aseguró. 

Durante sus investigaciones para la realización de otros materiales, el escritor se dio cuenta de que muchas mujeres se quedaban en el anecdotario o que estaban atrás o escondidas como la madre de o la esposa de, pero que en realidad gracias a ellas se han dado hechos que cambian el rumbo de la historia. 

María Sabina, Nellie Campobello, María Conesa, Yolanda Vargas Dulché, Enriqueta Basilio, Luisa Wilson, Paola Longoria, son algunas de las historias que se pueden encontrar en esta tercera entrega de Pedro J. Fernández. 

“Solamente conocemos sus nombres porque es el nombre de una calle o el nombre de un edificio público o el nombre de una escuela. Las mujeres han estado ahí y las hemos disminuido o las hemos puesto atrás de un gran hombre y simplemente es momento de rescatar estas historias y decir que son personas con nombre y apellido, que son personas con una entidad propia, con un origen, con una lucha, 

“Me sorprendió mucho la historia de Doña Rosa, quien fue la que rescató la técnica del barro negro y la verdad es que tenía que estar en el libro porque el barro negro se ha convertido en un símbolo del arte popular mexicano y tenemos que reconocer su trabajo y el legado de esta mujer y fue de las historias que más me gustó escribir y creo que se conoce poco”, explicó. 

El autor reveló que sí hubo quién le cuestionara sobre cómo un hombre escribe sobre mujeres, sin embargo, dichas personas desconocen que detrás del libro hay un equipo integrado por dos editoras, una historiadora e ilustradoras quienes son las que le dan ese matiz e imagen feminista e infantil a “Mexicanas que Hicieron Historia 3”. 

Para finalizar, J. Fernández aseguró que para él fue un reto cambiar el estilo y el lenguaje que venía utilizando en su obra para aterrizarlo al mundo de los niños y jóvenes, sin embargo, la aventura fue tan placentera que decidió continuar con esta línea y ya trabaja una novela histórica de un personaje del siglo XIX. 

“Fue un reto, hablar de ciertos temas como los feminicidios, en el primer libro está Lidia Cacho y nos hablaron de la trata de personas, entonces hay temas que sí fueron muy complicados de escribir justo para niños y esta idea de tener que explicarlo de otra forma, pues aprendí mucho sobre narrativa y me gustó porque quiero seguir en la línea infantil”, explicó. 

Por Alán Luna

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