Luis Armando, exitoso productor de la escena musical electrónica
Con su empresa en Pachuca ofrece “bastante empleo directo e indirecto” y promueve el talento local
Luis Armando Aguirre Alvarado es un joven empresario de 39 años. Tiene más de una década realizando eventos musicales y con Noosphere, casa productora, este año cumplió 10.
“Todo empezó con el grupo de amigos con el que convivo. Éramos fiesteros y convocábamos mucha gente. Se nos ocurrió hacer una fiesta de disfraces y ahí nació el Freakz Party”, fiesta de Día de Muertos que en esta ocasión albergó a poco más de mil personas y que ya se convirtió en un festival de música electrónica.
Estudiaba en Monterrey y su deseo era quedarse a vivir allá. Ya producía y organizaba eventos, pero pasaron temas delicados, como la pandemia de la gripe aviar, la ola de inseguridad y un huracán que destruyó gran parte de la ciudad.
Te recomendamos: José Enrique Márquez, culpable de la restauración del Salón Regio
“El rubro en el que trabajaba me orilló a decirle adiós a la ciudad de Monterrey. Así regresé a Pachuca con la convicción de que aquí aún tengo metas y objetivos. Así decidimos crear Noosphere, que es una casa productora y organizamos conciertos y fiestas de música electrónica. Así, siempre hemos ido de la mano con artistas que tienen visión de ser grandes expositores”.
Luis Armando, o Koi, como es conocido en la escena musical, comenta que ha tenido la oportunidad de traer a diferentes talentos nacionales, como Carla Morrison.
“La primera vez que vino a Pachuca la trajimos nosotros. Esa vez lo hicimos en el Ceuni, le fue muy bien en su presentación y a nosotros también; trajimos a Siddhartha en una hacienda donde tuvimos un concierto muy íntimo, acogedor; así también trajimos a Mon Laferte en el Teatro Cedrus. Son ejemplos de artistas que veíamos que tenían alcance para llegar alto en la escena latinoamericana”.
En cuanto a música electrónica destaca que ha logrado convocar a muchísimos exponentes. Este año en particular ha tenido a 80 diferentes disc jockeys en el bar Room, el cual es un establecimiento especializado en este género musical, así como a personajes locales.
“Nuestra misión es apoyar siempre al talento local, no solo a los músicos, sino a productores, asistentes, gerentes, contralores que ahora trabajan en otras empresas y les va muy bien. Aproximadamente somos 15 personas trabajando permanentemente, pero cuando son festivales o eventos grandes alcanzamos a ser alrededor de 100, por lo tanto, damos bastante empleo directo e indirecto”.
Cuando uno tiene ganas de hacer las cosas y tiene los medios es alegre, gozoso y se facilita todo, aseguró Luis Armando. A partir de la pandemia, junto con todo el equipo de Noosphere, decidió profesionalizar la empresa y convertir el proyecto en algo mejor establecido, por lo tanto, transformaron la fiesta Freakz Party en un festival y lo consolidaron trayendo exponentes internacionales, asistiendo alrededor de mil personas. Sin embargo, “ya estamos en la etapa para hacer eventos masivos, pero siempre buscando la calidad en el producto y que los asistentes tengan una grata experiencia”, dijo.
Puedes leer: “La música me hizo sentir protegida”
“La pandemia nos dio la oportunidad para reestructurarnos y alcanzar otro nivel como empresa.
“El que mucho abarca poco aprieta, por lo tanto, para el próximo año queremos darle todo el empuje al festival que tendrá su tercera edición con talentos locales, nacionales e internacionales”.
Confiesa que su meta es llegar a 7 mil personas en tres años más para la consolidación del festival, y que con esto tendría una asistencia muy importante en una ciudad como Pachuca, donde “no estamos acostumbrados a tener festivales musicales de calidad o que si los llega a haber son organizados por personas de fuera y nunca regresan. Aquí estamos comprometidos como iniciativa privada hidalguense a que nuestra mano de obra, así como proveedores, colaboradores son locales, así como, claro, nuestros artistas invitados son locales”.
Armando Aguirre asegura que Noosphere es una productora sin afán de segregación, ya que no tienen áreas VIP y les gusta que los artistas convivan con la gente, que participen y que sean uno más en la fiesta para que se conviertan en un asistente que disfrute del espectáculo.
“Ahorita vamos por la conquista del nuevo Pachuca, ya que nuestra generación ahora la mayoría son padres de familia o incluso están a punto de ser abuelos. Hemos logrado involucrar a los chavos de ahora para que se incluyan en nuestras actividades, aunque no ha sido una tarea fácil.
“Es un buen momento para hacer cohesión con gobierno del estado y con autoridades municipales para aprovechar otros espacios y que se den cuenta de que estos eventos no giran en torno al alcohol o a otra escena viciosa, sino que son otras maneras de convivir y que tendrán que aceptarse en nuestra sociedad en espacios públicos para hombres y mujeres de todas las edades, de todos los estratos sociales”, concluyó.