La patanería ante la crisis migratoria
En contra del mar
A lo mejor en Pachuca no es tan clara la crisis migratoria que estamos enfrentando, pero seguro en algún semáforo alguna persona de Honduras, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, Haití; nos han pedido comida, agua o dinero para continuar su camino.
Para los municipios donde pasa La Bestia, ya era más cotidiano ver su andar por las calles, pero ahora son más personas.
A diferencia del éxodo de gringos a nuestro país, personas que desde su privilegio han decidido migrar para tener un estándar de vida que no pueden darse en su país; la migración del sur no es por una situación de privilegio. Son personas que vienen huyendo de la violencia, de políticas de estado que están desapareciendo sus derechos humanos, de que sin dinero y sus conocimientos no alcancen ni para lo más básico.
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¿Podemos imaginar las razones por las que familias, niñes, adolescentes, mujeres y hombres están caminando cientos de kilómetros, dejando todo atrás, sin alimentos en medio de selvas y más violencia? Quizás no, nosotres tampoco la estamos pasando bien pero no estamos en las situaciones que elles están enfrentando y que les han llevado a tomar tal decisión.
La política de los países del norte para frenar la migración es bloquear las fronteras, endurecer los requisitos para entrar a un país, forzar a otros países fronterizos a qué apliquen medidas y necropolitcas con tal de que elles no lleguen.
El sur global siempre ha pedido a los países del norte recursos económicos para mejorar las condiciones de vida, que paren con la explotación de sus recursos naturales, que dejen de intervenir en sus estados para provocar más caos y que asumamos que las personas tenemos derecho a transitar por este mundo de forma segura. Esto nunca ha sido escuchado.
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Nuestro país está en medio de la pugna entre Estados Unidos y Centro y Sudamérica por la migración. Lastimosamente con una política migratoria que pisotea los derechos humanos de nuestros vecinos del sur, que ha hecho su transitar un verdadero infierno.
Está política también ha impactado a nuestra sociedad, altamente xenófoba que rechaza a les migrantes del sur. Tan es así que todavía hay periodistas que tienen el descaro de afirmar una teoría conspiranoica: que México ha abierto las fronteras para darles credenciales para votar a los migrantes. Ojala, la realidad es que les están violentando, desapareciendo y asesinando.
Qué descaro se tiene para cruzar el tema de las próximas elecciones, cuando los albergues de la sociedad civil están colapsados y sin recursos para atender una crisis derivada de la violencia. En estás situaciones no seamos miserables.
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