FIM 2024: una fiesta multicultural para la música, las ideas y el diálogo intergeneracional

Circo Sónico

Después de presenciar Correspondances, el performance concebido por Patti Smith y  Soundwalk Collective, una pedacito de la letra de “Insurrección” –canción de El último de la fila- viene  a mi mente:  “Retales de mi vida/ fotos a contraluz”; y que la poesía no hace sino condensar lo que hemos sido, sintetizar la experiencia humana a través de la palabra.

Se trata de un espectáculo multidisciplinario que se completa con una exposición y que reúne -como un enrome collage- el entorno que rodea a Patti Smith y no es otra cosa que poesía en movimiento –ella vive por y para el arte-.

Visuales generados en vivo, sonidos ambientales, registros videográficos y por encima de ello la voz de ese icono de la cultura rock haciendo una lectura impecable y cuya poética acepta alusiones cuánticas, referencias al príncipe de la anarquía, además de una gran preocupación acerca de la causa ecológica y la preservación de la naturaleza.

Correpondances fue el primer acontecimiento que me hizo pensar en “memoria” y “permanencia”, conceptos que aparecerían varias veces a lo largo de la Feria Internacional de la Música 2024, que organizó la Universidad de Guadalajara –a través de un equipo encabezado por Sergio Arbeláez-, entre el 28 de febrero y el 2 de marzo.

Tuve oportunidad de escuchar como Jorge Drexler hacía memoria de sus comienzos (siendo ya un médico profesional) para luego hablar de la canción como un vehículo de comunicación que puede y no ser poesía, al tiempo que exaltó que lo emocional debe permanecer por encima incluso de las propias temáticas.

El uruguayo Drexler, quien nutrió el elenco del Festival Portamérica, tiene en claro que debemos de dejar pasar el tiempo necesario para constatar cuál es la música que permanecerá y cual fue un simple exabrupto popular y muy mediático.

Y es que ¿Qué pasa por la calle? –crónicas nómadas del rock latino-, libro escrito por Enrique Blanc igualmente es tiempo suspendido y un elogio para la memoria, pues a través de ella es que un periodista musical recrea diversos periplos  por ciudades del mundo registrando sus sonidos, su comida, sus olores, pero teniendo siempre a las canciones por delante.

Muchísimas ideas se me agolpan alrededor de FIM, pues en ella misma esa leyenda viva del rock mexicano que es Jaime López leyó un texto muy potente para presentar el libro de Blanc y en el que reflexiona sobre la naturaleza del rock y sus derivados, apuntando que no debe hablarse de música de fusión, dado que la fusión es en sí misma un elemento esencial de la música.

Por su parte, otra leyenda viva como lo es Tweety González fue muy preciso al recordarnos lo milagroso que es poder contar con registros fonográficos, pues mediante ellos de alguna manera regresan a la vida quienes se nos han adelantado; la memoria empujando a la permanencia, tal como lo hace la obra de Blanc.

La FIM es un evento muy nutrido en charlas, conferencias y presentaciones  en directo; en varias de ellas  rondó el tema de la Inteligencia Artificial, una avalancha que llega para transformarlo todo… en sentido contrario, el intenso desfile de artistas –seres de carne hueso- nos conmueven profundamente con propuestas que salen de sus cuerpos y entendiendo que la tecnología no es sino una herramienta más.

Portamérica incluyó una magnifico juego de drones que no dejan de ser programados y manipulados por personas… sobre los escenarios de los showcases pudimos fascinarnos con propuestas como las de la tapatía cKovi, la sonorense Damaris Bojor y un espléndido country folk; antes de que llegará el estallido de la cumbia a cargo de La diabla –un grupo de Tijuana- y Los Cumbia Stars, desde la mismísima Colombia y con el respaldo de Discos Fuentes, apareciendo en una presentación que fue candela pura.

Cierro esta entrega guardando otras muchas anécdotas por cuestión de espacio, pero sin dejar de mencionar a la colombiana Nidia Góngora, cuya extraordinaria guitarrista nos hizo saborear la exquisitez del calypso y otros ritmos tropicales.

Las crónicas nómadas me llevaron hasta la FIM 2024 y salgo de ella lleno de gozo por la creencia en lo multicultural, por su apuesta por el ejercicio de la inteligencia y por la búsqueda de un diálogo intergeneracional que es muy necesario; todo ello forma parte de FIM y es todo un logro para celebrar.

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