Denuncian rastro clandestino en Tepehuacán de Guerrero

Un rastro clandestino y una carnicería operan desde hace 13 años sin los permisos correspondientes y sin respetar las normas sanitarias, en una casa de la cabecera municipal de Tepehuacán de Guerrero, demarcación ubicada en el corazón de la sierra hidalguense, ante la indiferencia de las autoridades estatales y locales.

Vecinos de la localidad aseguran que esos establecimientos causan molestias a la ciudadanía, por malos olores resultado de orines de animales y vísceras, así como por descargas irregulares al drenaje de productos cárnicos.

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Wilmer de Jesús Mejía Merlano, habitante de Tepehuacán, ha denunciado desde 2015 que el propietario del matadero, Ángel Austria Castillo, recibe protección del ayuntamiento, hoy encabezado por el alcalde priísta José Juan Viggiano Austria, hermano de Carolina Viggiano, diputada y secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, así como de autoridades ambientales estatales.

La Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proespa) documentó la existencia del rastro, ubicado detrás de una carnicería situada en la avenida Honorato Austria sin número, y aunque dictaminó clausurarlo, la dependencia no ha procedido.

El 23 de noviembre pasado, la Proespa presentó un informe correspondiente al expediente PEPA-3.2-18.4.2/320/2022, en el que se da a conocer que siete días antes, inspectores de la dependencia acudieron al matadero para clausurarlo, pero Ángel Austria Castillo “no permitió que se le impusieran los sellos de clausura, como consta en el acta PROESPA/SVA/OC-808/2022”.

Al final, sólo se impuso al dueño una multa de 9 mil 622 pesos, como “medida de apremio”, y aún opera sin problema alguno el rastro, en funciones desde 2010 sobre una superficie de 35 metros cuadrados.

Mejía Merlano recordó que a partir de 2015 inició una serie de denuncias ante instancias municipales y estatales contra el degolladero, y que el alcalde José Juan Viggiano y la Unidad de Transparencia de Tepehuacán emitieron informes contradictorios en ese tema.

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Explicó que inicialmente, la Unidad de Transparencia municipal informó a través de dos oficios emitidos el 27 de octubre y el 16 de diciembre de 2021, con los folios 130224600000721 y 130224600001821, respectivamente, que el matadero no contaba con permisos de operación.

Wilmer de Jesús Mejía agregó que el 6 de marzo de ese año, la Unidad de Transparencia dio a conocer que el degolladero tenía una licencia de funcionamiento expedida por la Dirección de Reglamentos y Espectáculos local, y aseguró que ese mes, no se detectó enfermedades en los animales ahí sacrificados.

El 9 de febrero de 2022, en el oficio 15/PMT/2022, el alcalde Viggiano Austria respondió a Eligio Campos Castillo, agente de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH) que investigó el caso ante las denuncias Mejía Merlano, y solicitó informes sobre el asunto al presidente municipal, notificó que la Dirección de Reglamentos y Espectáculos no contaba con registro de permiso de rastro a nombre de Austria Castillo.

Incluso, en el oficio PMT/35/2022 del 24 de febrero de 2022, el edil informó a la senadora morenista, María Merced González, quien investigó el caso a a petición de Wilmer, que Tepehuacán de Guerrero no cuenta con un rastro municipal dependiente de su administración, pero se otorgó un permiso a “particulares”, para que operaran un matadero de cerdos y ovejas.

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Entonces, Mejía Merlano interpuso una queja ante la Visitaduría de la Comisión de los Derechos Humanos estatal (CDHEH) en Zacualtipan contra el alcalde, a quien atribuyó hacerlo víctima de violencia institucional al no recibir atención oportuna, eficaz, eficiente y congruente a las funciones públicas de la autoridad, falsear información y utilizar dos firmas diferentes en las respuestas que dio a la senadora González y al agente Campos de la PGJH.

Viggiano explicó que la rúbrica en el oficio a la legisladora no era suya, porque autorizó a un subalterno firmarlo por él en ausencia. Al final, la CDHEH consideró fundado el agravio.

Por: Juan Ricardo Montoya

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