Crean conciencia a manera de crónica

El escritor Carlos René Padilla publica 12 investigaciones realizadas en Sonora donde refleja similitudes regionales de las problemáticas sociales

Desde la corrupción tanto de la ciudadanía y de los mismos servidores públicos hasta los problemas que día a día viven el personal de limpieza y las travesías que llegan a pasar personas discapacitadas en las calles son algunas de las crónicas amanera de denuncia que el escritor Carlos René Padilla rescata de sus archivos de cuando fue periodista para darle “vida” a “Hércules en el Desierto”

El exreportero de nota policiaca muestra 12 investigaciones en las que se hizo pasar por policía, basurero, que en Hermosillo, Sonora, son conocidos como tirabichis, trabajador sexual, entre otras más personificaciones en las que usó disfraces y combinó cada crónica con la historia de Hércules. 

Foto: Especial

“Estuve trabajando muchos años en la nota policial y hay un intervalo entre las crónicas y lo que hace el reportero después de escribirlas y todo lo que vive y lo que no puede contar simplemente porque no puede o porque no cabe en una página. 

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“Entonces lo que quería hacer era recuperar estas entrevistas y reportajes que me tocó hacerlas de manera encubierta y el hilo conductor fue justamente mostrar lo difícil que tiene la voz del periodismo en estos en estos momentos y todo lo que tienes que lidiar todos los días por querer sacar la chamba adelante y todo lo que vives. Entonces de ahí se fue armando este libro”, comentó el ganador del premio nacional de novela negra por “Yo soy el Araña”. 

Carlos considera que uno de los cimientos del libro editado por Nitro Press es que no contienen ninguna historia sangrienta o de narcos, pese a que él es del norte y que la situación con el crimen organizado es más cruda cada día. 

“En este libro quiero demostrar que no se tiene que hablar de sangre como para escribir crónicas que sean relevantes, entonces no hay hechos sangrientos, pero sí criminales porque obviamente creo que eso también se trata el periodismo de exponer al que hace mal y enseñárselo al ciudadano.  

“Lo que me gustó mucho fue ponerme en el lugar del entrevistado como cuando hice el experimento con la silla de ruedas. A lo mejor tu o yo hubiéramos llegado con alguien con discapacidad y le preguntamos cosas como: ‘¿qué le pasa?, ¿por qué?, ¿En qué batalla o qué le molesta?’ Y todo eso te lo dicen 5 minutos para deshacerte del encargo, se hace la noticia y te vas, pero al ponerte literalmente en su posición, te das cuenta de muchas cosas, o sea, a mí sí me impresionó, lo de la silla de ruedas o con los basureros que en menos de cinco minutos una da la basura y listo, pero hay toda una jornada atrás de ellos”, aseguró. 

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El también escritor de “Amorcito Corazón”, “No toda la sangre es roja”, “Los crímenes de Juan Justino”, entre otros, también presenta el otro ángulo de la moneda en su libro, y es que no sólo la tranza es de los servidores públicos sino que el mismo ciudadano es quien provoca o inicia actos corruptos como cuando son detenidos por un policía de tránsito y sin que él pida lo que conocemos como mordida, el automovilista ya tiene el billete en mano para darlo o el uso del llamado coyote, que existe por la propia gente y que por una lana le puede ayudar en cualquier dependencia en agilizar los trámites. 

“Aunque parezca un comercial de televisión abierta, pues la corrupción tiene dos lados, siempre hay uno que ofrece y otro que pone la mano. Pero creo que todo tiene que ver con la responsabilidad, creo que los ciudadanos no estamos dispuestos para cumplir con nuestra parte, no y es mucho más fácil echar la culpa a todos”, comentó. 

“Hércules en el desierto” si bien fue escrito dentro de la sociedad sonorense es un libro que refleja la idiosincrasia que se tiene en toda la República Mexicana y que hace que los hechos sean parecidos.  

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