Buenos ciudadanos

El Surtidor

En el año 2013, Fernando Savater declaró al diario El Confidencial que: “la gran paradoja de la educación es que siempre estamos corriendo detrás de la realidad. Personas que crecimos en la dictadura o que no sabemos manejar la tecnología tenemos que enseñar a otros que nacieron en la democracia y que están mucho más familiarizados que nosotros con todo tipo de aparatos tecnológicos, de modo que estamos transmitiendo nuestra experiencia a quienes viven una realidad más avanzada que la nuestra. Pero, aunque la educación se renueve permanentemente, hay una serie de puntos básicos que no cambian, y es sobre ellos sobre los que incidimos. Porque la educación tiene como primer objetivo cultivar la humanidad misma. No se trata de preparar buenos empleados, sino de formar buenos seres humanos y buenos ciudadanos, y eso no ha cambiado”.

Entre otras cosas, las teorías que abundan al respecto señalan que “las potencialidades básicas a desarrollar en los seres humanos en formación, como componentes de una personalidad íntegra y coherente son: el ser, el hacer, el pensar, sentí y decidir; facetas que se formarán en correspondencia con las dimensiones comunitarias en las que vive cada persona”.

Ahora bien, si los escenarios donde se despliega el ser humano en tanto alcanza su construcción total son: el aula, la familia y la comunidad; es imperante que la educación se conciba de una manera holística en sinergia con lo que sucede en esos sitios, tanto lo interno como lo externo.

Al respecto es importante aprender a dimensionar lo que fuera de estos entornos se señala, pues “otra de las peculiares convicciones de nuestra época es aquella que señala que, como todo el mundo tiene derecho a opinar y a participar en la vida pública, las opiniones han de tener todas el mismo valor. Una idea errónea que, según Savater, la red propicia. “Yo puedo opinar de física nuclear, de la que no tengo ni idea, junto con un premio Nobel de la materia, y ambas aportaciones llegan al lector con el mismo tipo de letra. Por eso es importante que el usuario de internet sepa distinguir entre la opinión de aquel que sabe y la de quien lanza exageraciones, algo que sólo se puede hacer a través de la capacidad de abstracción”.

El Blog Sepimex apunta que: “en la Declaración de los Derechos de los Niños, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el artículo 28, se reconoce como derecho en la educación del niño, el que ésta deberá estar encaminada a desarrollar la personalidad, las aptitudes, la capacidad mental y física del niño, hasta un máximo de sus posibilidades; inspirar al niño en el respeto, de su propia identidad cultural, de su idioma y sus valores, de los valores nacionales del país que vive, del país del que sea originario y de las civilizaciones distintas a la suya; preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales, religiosos y personas de origen indígena; así como infundir en el niño el respeto del medio ambiente natural”, lograr esto es tarea de todos.

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Daniel Fragoso

Daniel Fragoso Torres. Nació en Pachuca, lector, escritor, se ha desempeñado como profesor universitario, periodista, editor, funcionario público y consultor. Es insomne.
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