Transgresión en la música
La mejor banda del mundo, libro de Anjel Landa y Crisóstomo Amezaga, narra en forma novelada la cima y decadencia del grupo Eskorbuto
Anjel Landa y Juan Crisóstomo Amezaga recopilan, escriben y realizan La mejor banda del mundo, un viaje musical e histórico por los pasos que dejó Eskorbuto, uno de los grupos más emblemáticos del punk de habla hispana.
La lectura relata sobre un joven periodista mexicano llamado Guillermo Guerrero que se embarca a España en busca de la historia del cantante Jesús María Expósito López, “Iosu”, delirante, heroinómano fallecido el 31 de mayo de 1992, víctima de VIH por agujas contaminadas.
Al otro lado del océano, Anjel Landa contesta el teléfono y no ahorra palabras para detallar su trabajo del libro publicado por Editorial Gaztetxe en 2017 y distribuido en México por primera vez mediante el sello Resonancia.
“Aunque se trata de una obra de ficción, la trama se construye a partir de documentos reales y de diarios personales del creador de la banda, de Iosu Expósito junto con el bajista Jualma Suárez, documentos a los que tuvimos acceso.
“Eskorbuto es de las bandas más emblemáticas de Vizcaya, de Santurce y vamos relatando las vivencias de un supuesto fan llegado desde México, quien viaja hasta España para seguir las huellas del enigmático líder del grupo, Iosu Expósito”, responde uno de los autores.
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La mayor parte de la novela recae en la figura de Iosu y Jualma, en especial el vocalista quien es considerado el alma de la banda y en cuyas memorias se basa el texto. Por ejemplo, se cuenta que un Iosu resucitado confiesa al periodista sobre la heroína.
“Maldito error. Solo tengo la peor espina, aquella en que, no queriendo, caí. No fui fuerte para verlo. Todos te decían lo bueno que era. Que te ayudaba en todo. Que no te engancharías. Pero era otra forma de marketing. Te envenenabas por dentro. Ha sido una culebra que todo lo domina dentro de mi cuerpo. Vivía para ello y por ello. Pero yo me he metido en esto, no puedo culpar al camello ni a los compañeros”, se lee en el libro.
“La mejor banda del mundo estaba planeada originalmente como una película, pero se me ocurrió que sí daba para una novela corta o un intento literario. Le propuse a Crisóstomo escribir una historia que fuera ficción y donde pudiéramos insertar en ella los diarios de Iosu, la interesante época que vivió, cómo vivió, su relación con las drogas; era material suficientemente válido para que la gente lo conociera.
“Para la novela había que crear una historia paralela de ficción, una especie de andamio. Le añadimos que Guillermo, el protagonista, tiene ancestros vascos y le supondría que el viaje sería una experiencia importante en su vida. De algún modo está esbozado en una mezcla de mis excompañeros de trabajo en México. Me puse en sus zapatos y me aventuré a escribir la crónica. También hay otros paisajes que son cosecha de Crisóstomo”, menciona Landa
La banda, creada en 1984, puede ser que tuviera una corta vida con sus integrantes originales, Iosu murió de manera prematura, pero lograron consolidar varios himnos punk, como “Mucha policía, poca diversión”, “Historia triste”, “Cuidado” y la canción que da nombre a este libro, “La mejor banda del mundo”.
Canciones que hasta la fecha son un himno para jóvenes de América Latina y España. Precisamente, fue en México donde Eskorbuto dejó huella, en especial en zonas aledañas a la Ciudad de México, como Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, donde dio un concierto, Naucalpan o en colonias llamadas marginales.
Y es en los párrafos de La mejor banda del mundo donde se ilustra la sociedad de aquellos años y la lucha de los jóvenes en contra de la marginación y la degradación del sistema como ellos lo veían.
“Es el convulso contexto geográfico del rock ‘radikal’ vasco, prolífico en bandas distantes del reflector de la ‘movida madrileña’ de los 80, pero valoradas en la actualidad como objeto de culto, como La Polla Records o Kortatu.
“El libro lo dividimos en dos y se combina, es un viaje en dos dimensiones; la crónica del narrador, que es un periodista y en su viaje revive todos los acontecimientos en primera persona, y la ensoñación fantástica que recupera las palabras de Iosu Expósito con sus diarios y pensamientos íntimos”, expresa el autor.
Inmersos en las letras el lector es testigo de cómo se entreteje una historia donde no solo muestra a un puñado de jóvenes impetuosos con el sueño de crear una banda transgresora en medio de la precariedad, transitando por el éxito inesperado y avasallante y los infiernos de la adicción a la heroína.
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También comprueba que sí se realizó el turbulento concierto de Eskorbuto en el antiguo Balneario Olímpico de Pantitlán, entre la ahora alcaldía Iztacalco y Ciudad Nezahualcóyotl, a inicios de los años 90 en el ex Distrito Federal, del que varios todavía se acuerdan, este es otro de los escenarios de esta novela que funge como enlace entre la cultura mexicana y española.
O también recopila ese momento del concierto en la Arena López Mateos, Tlanepantla, Estado de México, lo que pudo ser su mayor concierto, pues convocaron a 4 mil jóvenes, algo que, según los diarios, nunca habían logrado.
Aunque al parecer hubo problemas, sobrecupo, detenidos, incluso heridos porque una ventana o parte del techo se desplomó, al final todos, fans y el grupo, hicieron una comunión contra el sistema. El punk se hizo notar ese día.
Iosu pereció el 31 de mayo de 1992, Jualma Suárez el 9 de octubre. La mejor banda del mundo es un testimonio de sus andanzas, prosperidad, declive y legado actual.
Anjel Landa, radicado en su natal País Vasco, es autor de obras como En los días de las lluvias, La delirante juventud de la abeja y Mucuy, la tentación de volar. Radicó en la Ciudad de México por motivos profesionales y descubrir los pasos de Eskorbuto, donde se empapó de su lado contracultural para producir esta obra.
Crisóstomo Amezaga fue productor de Eskorbuto a través del sello Discos Suicidas y hoy radica en Buenos Aires.
“Hemos hecho el intento de comprender y reflexionar sobre una juventud sombría que nació en una sociedad derrotada y constructora de sueños. Sin embargo, nunca les excusaremos su indolencia con la vida porque sus oscuros pensamientos labrados en surcos y heridas no han florecido todavía”, escribe Anjel en su obra.
Por Alejandro Baillet
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