Sucesos de un pasado aún cercano que nos cambiaron
Carlos Silva nos lleva a los ayeres, unos tan lejanos que no los vivimos, pero otros sí. Y permanecen en la memoria ya analizados, juzgados, la mayoría bajo ópticas políticas diferentes, encontradas, pero que son vivos testimonios en que, a pesar de todos, el país siguió adelante.
Es el siglo XX que toma forma a través de un escrutador objetivo, sujeto a los rigores de un escritor experimentado, de lo que ya ha dado buena cuenta.
Su libro se titula Los días que cambiaron a México en 77 capítulos. Se eligieron los más trascendentes.
Silva (1968), es doctor en historia por la UNAM. Su especialidad es la historia política contemporánea. Su producción es amplia: El Diario de Fernando, las biografías de Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Gonzalo N. Santos, 101 preguntas de Historia de México, y La Independencia de México.
En esta su nueva obra hay una presentación de Vicente Quirarte una introducción del propio autor.
Carlos Silva resume: “Esta es una crónica que por su naturaleza e intenciones recoge los nombres de personajes conocidos menos en la academia y más en las calles”.
Y el cine llegó
El 5 de agosto de 1896, los envidos de los hermanos Lumiére, inventores del cinematógrafo, ofrecieron su primera función de cine en México. Ferdinand Bon Bernard y Gabriel Vyre instalaron sus aparatos en el castillo de Chapultepec Presentaron sus “vistas” al presidente Porfirio Díaz y a selectos invitado.
La función se alargó porque el público pidió repeticiones de imágenes en movimiento. Se proyectaron “Disgusto de niños”, “Bañadores en el mar”” y “Demolición de una pared”. Más adelante las exhibiciones se extendieron y sus alcances fueron aprovechados con fines propagandísticos, como lo había pensado Díaz.
La revolución de 1910
El 20 de noviembre de 1910 dio inicio l Revolución Mexicana -aunque dos días antes, en Puebla, los hermanos Serdán se adelantaron-.
Durante el movimiento armado, el país presenció la sustitución en el ejercicio del poder de las viejas oligarquías de origen colonial y decimonónico por las clases emergentes y una joven burguesía nacional.
En marzo de 1908, Porfirio Díaz fue entrevistado por James Creelman del Pearson’s Magazine y declaró:” Recibí un país belicoso, dividido y en quiebra, el mismo que veintisiete año después se encuentra pacificado, comunicado y solvente”.
Asesinato en La Bombilla
El 17 de julio de 1928 fue asesinado Álvaro Obregón, presidente electo de México. Ese día, con un grupo de simpatizantes, se dirigieron a La Bombilla “especialista en carne asada”.
La comida la ofrecieron diputados de Guanajuato. Se escuchaba como música de fondo “Pajarillo barranqueño” interpretada por la orquesta típica de Miguel Lerdo de Tejada.
Un hombre de traje café claro hacía dibujos de los comensales. Era José de León Toral. De repente se plantó a las espaldas del caudillo. De repente extrajo una pistola del cinto y vació su carga contra Obregón, quien se desvaneció y cayó debajo de la mesa.
El asesino disparó en cinco ocasiones y el cuerpo del sonorense presentaba trece orificios, siete de entrada y seis de salida, de diferente calibre.
Autonomía universitaria
El 22 de julio de 1929 se aprobó la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México, que le otorgó su autonomía. Hay un texto excepcional de Antonio Caso: “La Universidad de México es una comunidad cultural de investigación y enseñanza; por tanto jamás preconizará oficialmente, como persona moral, credo alguno filosófico, social, artístico o científico.
Cada catedrático expondrá libre e inviolablemente, sin más limitaciones que las que las leyes consignen, su opinión personal, filosófica, científica, artística, social o religiosa”.
Expropiación de la industria petrolera
El 18 de marzo de 1938, el presidente Lázaro nacionalizó la industria petrolera. Hasta la fecha, este acto es considerado como la segunda independencia nacional. El mandatario envió un mensaje a la nación: “El Gobierno ha tomado ya las medidas convenientes para que no disminuyan las actividades constructivas que se realizan en toda la República y para ello, pido al pueblo confianza plena y respaldo absoluto en las disposiciones que el propio Gobierno tuviere que dictar”.
El voto femenino
El 3 de julio de 1955 las mujeres mexicanas ejercieron su derecho al voto por primera vez. La lucha por hacerlo tardó mucho tiempo y mucho más en consolidarse. Sin embargo, su empeño por participar, tener voz y presencia, y ejercer sus derechos civiles, se remonta, desdibujadamente, al último tercio del siglo XIX.
La muerte de un ídolo
El 15 de abril de 1957 murió Pedro Infante. Antes de su deceso continuamente lo escuchaban decir: “Me gustaría morir volando, compadre, y que me entierren con música”. La vida le dio gusto. La nave en la que viajaba cayó en Mérida, Yucatán. Nadie sobrevivió.
Movimiento estudiantil de 1968
El 2 de octubre de 1968 sucedió la terrible matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco. El presidente de México era Gustavo Díaz Ordaz.
El movimiento inició y creció como protesta ante la forma autoritaria en que la policía capitalina había disuelto una riña entre estudiantes en julio de ese 1968. Ante las manifestaciones estudiantiles, la respuesta fue la represión, incentivada por la proximidad de la inauguración de los Juegos Olímpico el 12 de octubre.
Hay muchos tristes episodios, uno, literal se anotó. “Una persona que buscaba afanosa el cadáver de su hijo contó cerca de ,500 cuerpos amontonados en la morgue”.
Nacionalización de la banca
El 1 de septiembre de 1982, el presidente José López Portillo decretó la nacionalización de la banca mexicana, profundizando así una de las crisis económicas más severas en la historia de México.
En su discurso de toma de posesión, “con auténtica fuerza moral” propuso un sexenio de fuerza a partir de “un pacto de unión para superar la crisis”. Después manifestaría: “Ya nos saquearon. México no se ha acabado. Ya no nos saquearán”. Quiso exculparse responsabilizando del desastre a “banqueros y saqueadores”, porque, según sus propias palabras, él había sido responsable del timón, “más no de la tormenta”.
El terremoto de 1985
El 19 de septiembre de 1985, la Ciudad de México sufrió uno de los terremotos más devastadores de su historia (8.1 grados) Tuvo, con una escala del 1 al X, los más altos niveles de destrucción, rijosidad y fuerza: VIII, IX y VII, respectivamente.
El censo oficial contemplaba la existencia de casi un millón y medio de inmuebles, de los cuales casi 50 mil quedaron destruidos. Se habló de alrededor de 10 mil muertos, pero fuentes extraoficiales afirmaron que pudieron haber llegado a ser más de 50 mil.
Levantamiento zapatista
El 1 de enero de 1994, el grupo guerrillero denominado Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas en contra del gobierno mexicano. Inició una rebelión con la toma sorpresiva de San Cristóbal de las Casas y otras localidades de Chiapas.
Encabezó el llamado Subcomandante Insurgente Marcos. Para el 12 de enero, el presidente Carlos Salinas anunció el cese de acciones militares mayores. Las conversaciones para encontrar una solución se iniciaron en febrero y se establecieron acuerdos que al paso del tiempo se perdieron en olvido.
Asesinato en Lomas Taurinas
El 23 de marzo de 1994 fue asesinado Luis Donaldo Colosio Murrieta, en ese momento candidato del PRI a la Presidencia de la República. Al final no se estableció con claridad la identidad de los responsables. No se olvida su discurso del 6 de marzo de ese año.
“Yo veo un México con hambre y sed de justicia. Un México de gente agraviada; de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla; de mujeres y hombres afligidos por el abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales.
Con firmeza, convicción y plena confianza, declaro, quiero ser Presidente para encabezar esta nueva etapa de cambio en México”.
De Penguin Random House Grupo Editorial, la primera edición fue en febrero de 2017