Lograr un descanso real por dormir bien es determinante para la salud y el buen desarrollo de todas nuestras actividades, un descanso insuficiente puede alterar la calidad de vida y es alarmante como en la actualidad la población en general presenta ascensos en los trastornos del sueño.
El sueño en las personas se modifica con la edad, se duerme mucho más de bebé que en la vejez, la recomendación promedio para un adulto es dormir 8 horas y tampoco es adecuado pasarse de la cuenta pues existe evidencia científica de afectaciones por esta causa.
Lograr resultados deseados en la vida escolar es multifactorial, sin duda, un buen descanso por dormir adecuadamente tiene mucho que ver, en el aula es común percibir a estudiantes que llegan desganados, con fatiga evidente, irritables, dispersos, que bostezan y hasta se duermen porque llegan “maldormidos”.
El influjo del sueño en el aprendizaje es un tema bastante amplio y con extenso aporte científico, el buen descanso asociado al sueño juega un papel elemental, ya que el sueño está estrechamente ligado a procesos cognitivos y funciones tan complejas como el aprendizaje.
Estudios revelan que, con la privación del sueño, se produce una desaceleración en la velocidad de comprensión, disminuye la atención, causa problemas en la consolidación de la memoria, y se refleja negativamente en el estado de ánimo y comportamiento en el aula.
En los centros educativos es indispensable concientizar al estudiantado acerca de los beneficios de lograr un descanso apropiado asociado al buen dormir, pues en la praxis se puede observar que muchos escolares reducen sus horas de sueño por dedicar tiempo excesivo a dispositivos electrónicos (especialmente el celular).
La falta de supervisión de los padres en dinámicas que favorezcan un descanso adecuado es otro factor y también hay quienes simplemente por decisión propia les gusta desvelarse innecesariamente, lo que impacta de manera negativa en su rol de estudiantes.
Si la disfunción del sueño es recurrente, lo recomendable es acudir con un especialista; de manera general, algo que merece atención compartir con el alumnado y que puede funcionar para fortalecer el sueño, es procurar una buena alimentación, activación física, gestionar los mismos horarios para dormir, así como desconectarse de aparatos electrónicos al menos una hora antes de ir a la cama.
Recordemos que dormir es una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para tener un mejor rendimiento durante el día, por esto es tan importante lograr un sueño reparador y como dice el lema 2025 que conmemoró ayer la efeméride: “Haz que la salud del sueño sea una prioridad”.
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