¿Qué cuidados debo tener después de un aborto? Recomendaciones para una buena recuperación

Un aborto, ya sea espontáneo o inducido, es una experiencia que puede afectar tanto física como emocionalmente a la mujer que lo vive. Por eso, es importante seguir una serie de cuidados después de un aborto que ayuden a prevenir complicaciones y a favorecer el bienestar.

En este artículo te explicamos qué cuidados debes tener después de un aborto y las recomendaciones de los expertos.

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Cuidados después de un aborto espontáneo

Un aborto espontáneo ocurre cuando el embarazo se interrumpe de forma natural antes de la semana 20 de gestación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 10-15% de los embarazos conocidos terminan en un aborto espontáneo.

Los cuidados después de un aborto espontáneo dependen de si el útero se ha vaciado por completo o no. Si el aborto ha sido completo, es decir, si no quedan restos de tejido en el útero, los cuidados son los siguientes:

• Descansar durante unos días y evitar los esfuerzos físicos intensos.
• Usar compresas sanitarias y cambiarlas con frecuencia. El sangrado puede durar hasta dos semanas, pero debe ir disminuyendo progresivamente.
• No usar tampones, copas menstruales, duchas vaginales ni tener relaciones sexuales hasta que el sangrado se detenga. Esto previene el riesgo de infecciones.
• Tomar analgésicos para aliviar el dolor, siguiendo las indicaciones del médico. Evitar la aspirina, ya que puede aumentar el sangrado.
• Controlar la temperatura corporal y estar atenta a los signos de alarma, como fiebre, escalofríos, mal olor vaginal, sangrado abundante o dolor intenso. Si se presentan, se debe consultar al médico de inmediato.
• Acudir a las revisiones médicas programadas y realizarse las pruebas necesarias para verificar que el útero está limpio y que no hay complicaciones.
• Esperar al menos un ciclo menstrual antes de intentar un nuevo embarazo, si se desea. La fertilidad suele recuperarse pronto después de un aborto espontáneo.

Si el aborto ha sido incompleto, es decir, si quedan restos de tejido en el útero, se puede requerir un tratamiento adicional para eliminarlos. Este tratamiento puede consistir en:

• Medicamentos que inducen las contracciones uterinas y facilitan la expulsión del tejido. Se suelen administrar por vía oral o vaginal, y se deben seguir las instrucciones del médico sobre cómo y cuándo tomarlos.
• Aspiración manual endouterina (AMEU), que es un procedimiento quirúrgico que consiste en introducir una cánula en el útero y succionar el tejido. Se realiza con anestesia local o general, y suele durar unos minutos.
• Legrado uterino, que es otro procedimiento quirúrgico que consiste en raspar la pared del útero con un instrumento llamado legra. Se realiza con anestesia general, y puede tener más riesgos de complicaciones que la AMEU.

Los cuidados después de un aborto incompleto son similares a los de un aborto completo, con la diferencia de que se debe esperar más tiempo para reanudar las relaciones sexuales y los métodos anticonceptivos. Además, se debe tener especial cuidado con la higiene y la prevención de infecciones, ya que el útero puede estar más sensible.

Cuidados después de un aborto inducido

Un aborto inducido es aquel que se provoca de forma voluntaria para interrumpir un embarazo no deseado o de riesgo. Según la OMS, cada año se realizan unos 56 millones de abortos inducidos en el mundo, de los cuales el 45% se hacen de forma insegura, poniendo en peligro la vida y la salud de las mujeres.

Los métodos más seguros y efectivos para realizar un aborto inducido son los siguientes:

• Aborto con medicamentos, que consiste en tomar dos pastillas que provocan el desprendimiento y la expulsión del embrión. Se puede hacer hasta la semana 8 de gestación, y se debe hacer bajo supervisión médica.
• Aborto quirúrgico, que consiste en extraer el embrión mediante una intervención similar a la AMEU o al legrado. Se puede hacer hasta la semana 12 de gestación, y se debe hacer en un centro sanitario autorizado.

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Los cuidados después de un aborto inducido son parecidos a los de un aborto espontáneo, con algunas particularidades según el método utilizado. En general, se recomienda:

• Descansar durante unos días y evitar los esfuerzos físicos intensos.
• Usar compresas sanitarias y cambiarlas con frecuencia. El sangrado puede durar hasta dos semanas, pero debe ir disminuyendo progresivamente.
• No usar tampones, copas menstruales, duchas vaginales ni tener relaciones sexuales hasta que el sangrado se detenga. Esto previene el riesgo de infecciones.
• Tomar analgésicos para aliviar el dolor, siguiendo las indicaciones del médico. Evitar la aspirina, ya que puede aumentar el sangrado.
• Controlar la temperatura corporal y estar atenta a los signos de alarma, como fiebre, escalofríos, mal olor vaginal, sangrado abundante o dolor intenso. Si se presentan, se debe consultar al médico de inmediato.
• Acudir a las revisiones médicas programadas y realizarse las pruebas necesarias para verificar que el útero está limpio y que no hay complicaciones.
• Usar un método anticonceptivo eficaz desde el primer día del aborto, si no se desea un nuevo embarazo. La fertilidad suele recuperarse pronto después de un aborto inducido.

En el caso del aborto con medicamentos, se deben seguir además estas recomendaciones:

• Tener a mano una persona de confianza que pueda acompañar y ayudar en caso de necesidad.
• Elegir un lugar cómodo y seguro para realizar el procedimiento, y tener a mano todo lo necesario: compresas, analgésicos, agua, etc.
• Seguir las instrucciones del médico sobre cómo y cuándo tomar las pastillas, y qué hacer en caso de dudas o problemas.
• Esperar a que se produzca el sangrado y la expulsión del tejido, que puede tardar unas horas o días. El sangrado suele ser más abundante que el de una menstruación normal, y puede ir acompañado de cólicos, náuseas, vómitos, diarrea, mareos o escalofríos.
• Confirmar que el aborto ha sido exitoso mediante una prueba de embarazo o un ultrasonido, según indique el médico.

En el caso del aborto quirúrgico, se deben seguir además estas recomendaciones:

• Seguir las indicaciones del médico sobre cómo prepararse para la intervención, qué comer o beber, qué medicamentos tomar o evitar, etc.
• Informar al médico sobre cualquier alergia, enfermedad o condición especial que se tenga, así como sobre el uso de cualquier medicamento o suplemento.
• Llevar ropa cómoda y suelta, y evitar el uso de joyas, maquillaje o esmalte de uñas.
• Tener a mano una persona de confianza que pueda acompañar y trasladar después de la intervención.
• Seguir las indicaciones del médico sobre cómo cuidarse después de la intervención, qué medicamentos tomar o evitar, qué actividades hacer o no hacer, etc.

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