Presentan el libro “Viviendo 86 días en el patio de la Suprema Corte de Justicia”

Nathali Gonzálezoctubre 3, 2023

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“Se necesita de mucho para sobrevivir en un plantón, es difícil, se aprende mucho de la gente que convivimos y conocemos de otros lugares”, señaló la activista hidalguense Guadalupe Roldán Lozada, durante la presentación de su libro “Viviendo 86 días en el patio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación”, el pasado sábado, en la Cafebrería Zeus en Tulancingo.

La autora de la obra, fue una de las 35 personas que participó en el plantón instalado el 12 de diciembre de 2018 en la entrada principal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), cuya demanda principal era quitar privilegios a ministros y ministras.

Es un relato breve escrito con nombres y sobrenombres (estados o países) para conocer quiénes eran las personas que vivieron ahí día y noche en casas de campaña para lograr un cambio en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

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“No es fácil estar en la Ciudad de México, en el Corazón de México”, dijo la Jefa Lupita, como algunos en el plantón la conocían y quien también era la encargada de la cocina.

“Aguantando inclemencias del tiempo, días de lluvia, viviendo alegrías, tristezas, corajes, miedo, angustias, desvelos, aguantando los ruidos de la ciudad, el smog tanta contaminación que se respira ahí”, detalla en el libro.

De igual manera, describió que de día acudían a los baños públicos, pero durante la noche cortaban garrafones de agua para hacer sus necesidades, pues no les permitían la entrada en el edificio de gobierno, hasta que los manifestantes contrataron su propio servicio.

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Durante la conversación sobre su libro, Guadalupe Roldán -quien guardó en su memoria todo lo que aconteció y que una vez que terminó el plantón lo plasmó por escrito- subrayó que este grupo de manifestantes siempre actuó con inteligencia.

“No hay que caer en provocaciones, debemos actuar con diplomacia. Actuar con inteligencia, cuando actuamos así siempre vas a ganar algo, al menos el respeto”, comentó la escritora.

“Se infiltran muchos provocadores, que son pagados, a lo mejor no tengo pruebas, pero van a que se disuelva. Cuando pasó eso fue solo cuando nos encapsularon que llegaron provocadores y hubo golpes, pero no heridos graves”.

Hecho que la activista narra en el libro, cuando el 2 de enero de 2019, les “cayeron” a las dos de la mañana cuando todos dormían y las calles del zócalo estaban rodeadas de granaderos.