La renuncia del grupo político de Omar Fayad Meneses, último ex gobernador priista de Hidalgo a su partido político, sólo dejó saldos desfavorables para todos los involucrados y una franca descomposición del principal opositor de Morena de cara a las elecciones del 2024, con efectos que, hasta ahora, no pueden medirse pero sí anticiparse que abrirán nuevos frentes de batalla que beneficiarán a unos cuantos.
Por principio de cuentas, exhibió que el ex mandatario, no tiene toda la fuerza que hasta hace más de un año presumía y que se traducía en una cuarta parte de municipios gobernados y una potencia legislativa que inclinaba el fiel de la balanza cuando se requería de mayoría calificada, además del comité directivo estatal priista y el 90 por ciento de los 84 municipales.
Hoy, a 6 días de la carta firmada por el político originario de Zempoala, varios integrantes considerados importantes de lo que fue su grupo, no decidieron acompañarlo en esta aventura y salvo el caso de Sergio Baños, el alcalde capitalino que se espera haga lo propio con algunos integrantes de su asamblea y funcionarios en los próximos días, no habrá más.
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Algunos de quienes fueron integrantes de su gabinete, optaron por la congruencia y con bajo perfil sin mayor ruido, enviaron su carta de dimisión, como el ex secretario de transporte y Movilidad José Luis Guevara, los demás han optado por el silencio y mantenerse agazapados como lo han hecho desde que concluyeron sus funciones.
El golpe más sólido lo dio con las 8 diputadas y diputados que se declararon independientes y que por primera vez dejaron al PRI sin representación en la cámara de diputados, y que hizo reaccionar a la dirigencia nacional priista, lo que no ocurrió ni con la misma separación de Fayad Meneses a la que intentaron minimizar.
Los demás integrantes del grupo Fayad, aprovecharon el momento, para mostrar sin decir una sola palabra, que ya no están en el mismo barco, ahí debe anotarse a Carlos Muñiz, con quien inició la aventura hace 40 años y al menos una decena de alcaldes más entre ellos Israel Félix que parece tener ya un proyecto político propio y al menos 40 comités municipales que optarán por quedarse en el tricolor.
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El PRI por su parte, demostró que no fue capaz de recuperarse de la pérdida electoral del año pasado, no tuvieron la intención de iniciar una operación cicatriz y sí la soberbia los acompañará en las próximas decisiones, pueden darse por descontados en las urnas del 2024.
Y en medio de toda la convulsión priista, bien puede anticiparse que podrían surgir algunas otras fuerzas políticas que, con el apoyo de los ex priistas, puedan causar tropiezos electorales.
De mi tintero… Por cierto, hablando del PRI dicen que, sólo hay dos opciones para ocupar la dirigencia estatal, Marco Antonio Bustamante o bien pedir a José Antonio Rojo, que se encargue de reagrupar lo que aún queda… Entre los posicionamientos críticos fue el del presidente del comité directivo de Pachuca quien cuestionó seriamente a los que renunciaron, por no separarse del cargo que obtuvieron con las siglas del tricolor, lamentó que hayan traicionado a la militancia a la que dijo, los verdaderos priistas seguirán escuchando…
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