Las elecciones del 2024 traen un reto muy grande, que es la paridad, por la que durante muchos años diversos colectivos y feministas hemos apoyado para que las mujeres lleguen a más espacios de toma de decisión, que permitan que la vida de las niñas, adolescentes y mujeres cambien en la vida cotidiana.
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Hay investigadoras/es que han hecho un recuento de estos avances políticos-electorales pero también de las trampas de los hombres para evitar que las mujeres accedan a este derecho, quizá el más recordado es el de las llamadas “Juanitas”, donde ponían a las mujeres a contender los puestos de elección popular y después las hacían renunciar para beneficiar a los hombres, sus hijos, esposos, jefes de partido, etcétera, o “cumplían” con la cuota de género designándoles para competir en distritos difíciles de ganar; desafortunadamente siguen existiendo casos en donde se pretende que la “familia” ocupe puestos, porque al parecer el partido gobernante no conoce mujeres capaces que no sean sus cercanas, como el caso de Tlaxcoapan, donde Guillermo “patán” Olivares pretende imponer a su hermana, Teresa Olivares Reyna en la presidencia municipal de Tlaxcoapan, aunque recientemente el senador César Cravioto (delegado político de Morena en Hidalgo) ha declarado recientemente que es cuestión de principios que los cargos políticos no se “hereden” a la mamá, al hermano/a, etcétera, además que las bases morenistas han externado su molestia, pero qué podemos esperar del secretario de Gobierno que menos le ha entendido al tema de los derechos de las mujeres, excepto cuando se trata de imponer a su hermana.
Otro de los conflictos de la política partidista es la que se ha generado desde el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo y el Tribunal Electoral, ya que desde hace meses no se han podido poner de acuerdo con respecto al tema de la paridad, ya que desde mi punto de vista poner mujeres donde no ha gobernado alguna mujer carece de perspectiva de género, porque no debe caerse en el mujerismo, sino haber analizado todas las condiciones para que las mujeres candidatas puedan hacerlo libres de la violencia política y con piso parejo como los hombres, es muy raro que este acuerdo no incluya a ciudades como Pachuca, Mineral de la Reforma, Tulancingo o Huejutla; por lo que a mí me parece que les están dejando el camino libre a los candidatos del gobierno, muy del presidente del Tribunal y algunas consejeras/os al servicio del patriarcado y no realmente pensando en la paridad.
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Mi pecho no es bodega. Y así como se han visto beneficiadas algunas mujeres en el tema de la paridad, como es el caso de Simey Olvera, para los distintos puestos que ha ocupado, se atreve a tratar de censurarme por Twitter, lo que demuestra realmente quién es, una mujer que no cree en las libertades como la de expresión (que está más cerca de gente derechosa como Salinas Pliego en esos intentos), que no ha recibido nunca a las activistas como es el caso de Pamela Álvarez cuando la buscó para el tema de la población en situación de calle y migrantes como titular de Bienestar, que nunca ocurrió. Esperemos que otros partidos tengan mejores opciones para no tener que votar por ella y por el “chapulín” Cuauhtémoc para el Senado.
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