Uno de los graves problemas que estamos enfrentando en Pachuca es la falta de abastecimiento del agua, desde hace algunos meses el sur de la capital es de los más castigados, lo que ha llevado a la ciudadanía a realizar diversas protestas que han ido desde la retención de trabajadores de la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (Caasim) y el bloqueo de la autopista México-Pachuca.
Aunque hay lugares en Pachuca como el barrio de Camelias, habitado principalmente por mujeres que se dedican al trabajo doméstico remunerado en otras colonias que han padecido la falta de agua potable ¡por 50 años!, ya que ha sido un asentamiento irregular que ninguna administración priista o panista ha querido normalizar, debido a los cacicazgos de esos partidos que lucran y se aprovechan de las carencias de los servicios básicos de las personas que ahí habitan y las utilizan para fines electorales, además de que existen posibles actos de corrupción, ya que en 2017 el Congreso del estado aprobó un proyecto para poder tener el agua potable, y nadie sabe dónde quedó el dinero o para que se utilizó.
Por eso, el pasado jueves la organización civil Ahuacachahue y yo acompañamos a las mujeres de Camelias, el Cerezo y otro pequeño grupo apoyando los fraccionamientos del sur ante la falta de agua, me parece importante decir que antes de realizar la manifestación entré a las oficinas a las 9:20 de la mañana, para ingresar mi oficio sobre lo que ocurre en Unidad Administrativa donde tenemos aproximadamente 6 meses sin agua, mientras esperaba en Oficialía de partes donde me atendió excelentemente bien la responsable, estaban otros cuatro funcionarios en la dirección general mirando por el ventanal, sin hacer exactamente nada, más que platicar entre ellos. Afuera, ya se estaban organizando mujeres, niñas y algunos hombres para manifestar precisamente ¿Qué pasaba con el proyecto que se presentó hace algunos años? ¿Y por qué no hay el abastecimiento de pipas sin la intermediación de las/os líderes ligados al priismo? Se organizaron porque siempre hay “intermediarios” para impedirles saber que ocurre, como se lo hicieron saber al secretario particular del director de la Caasim que salió después de un rato ya que el encargado de atención ciudadana actuó de una manera prepotente tratando de hablar solamente con una persona ignorando a todas las demás, cuando justo están ahí por eso, para que todas pudieran escuchar por parte del funcionariado lo que realmente ocurre, ya que una noche antes varios de estos lidercillos trataron de amedrentarlas e impedir llegar a la Caasim con mentiras de una reunión que no estaba programada.
Después de la manifestación, el día viernes se llegaron a diversos acuerdos para el barrio de Camelia, una mesa de trabajo permanente con todas las autoridades involucradas, Sipdus, Conagua, Secretaría de Planeación y Prospectiva, municipio de Pachuca y la Caasim, en el caso de la Unidad Administrativa después de 6 meses sin gota de agua, llegaron las pipas, en donde me percaté de otro gran problema interno: la falta de equipo de trabajo para quienes abastecen y sin seguro por accidentes, ya que si no hay una persona que se suba a los tinacos y los abran, los trabajadores no dejan el agua, porque no traen escaleras y pueden sufrir un accidente sin que tengan un seguro para ello, entonces, ¿qué pasa con personas adultas mayores, mujeres jefas de familia, personas con discapacidad? No les dejan agua. También no avisaron que llegaban, muchas mujeres trabajadoras se quedaron sin abastecimiento porque no había quien se subiera para llenar los tinacos, esto mientras varios funcionarios como comenté al principio desde temprano solo miran por sus ventanas, sin organizar las cosas que aquí narro y salir a campo para saber qué es lo que hace falta, lo que se puede y debe mejorar. También desde aquí mi reconocimiento al director de Caasim dispuesto a escuchar y el personal operativo a trabajar, sin que los mandos medios como el de atención ciudadana y el secretario técnico respondan ante las peticiones, los teléfonos sin contestar, los reportes sin atender y sin las condiciones necesarias para los trabajadores. Aquí necesita poner todo el orden necesario para sacar adelante uno de los grandes problemas que tiene el gobernador Menchaca: el agua.
Mi pecho no es bodega. La Procuraduría con Santiago Nieto ha sido uno de los grandes aciertos de este gobierno, para el relevo llega Francisco Hernández con quienes diversas organizaciones civiles hemos trabajado desde la Subprocuraduría de Delitos de Género, por eso necesita ir acompañado de buenos cuadros para la continuación del buen trabajo realizado, como: Luz María Rodríguez, fiscal de Género; Sonia Mejía, fiscal de Justicia para Adolescentes y Stephanie Mendoza de la Unidad de Género.
A diferencia del mal trabajo de la Fiscal de Desapariciones, Lidia García, que llega tarde (cuando el gobernador y procurador son muy puntuales), le falta conocimiento de la ley y los procesos, además de no atender a las víctimas, personas como ella, entorpecerían el desempeño del nuevo procurador, en un tema tan sensible como es la desaparición de personas.
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