Uno de los movimientos que ha tomado mucha fuerza esta última década, sin duda, ha sido el feminismo. ¿Quién se atrevería públicamente a decir que está en contra de la violencia hacia las mujeres, que las niñas no vayan a la escuela o que siga habiendo padre ausentes y abandonadores no solo de los cuidados de las infancias sino también de lo que implica económicamente contribuir para sus derechos? Públicamente ya casi nadie, excepto, pues, porque en los hechos siguen ocurriendo otras cosas en el país y en Hidalgo:
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- Como el caso de Willy Trejo, coordinador político de Zimapán quien en el pasado proceso electoral fue coordinador de Morena, acusado de violar a dos de sus sobrinas, que ahora sigue enfrentando el proceso en libertad porque una jueza, Janeth Montiel, determinó que no era culpable, aunque la Procuraduría se inconformó. Resulta que ha andado muy activo invitando a medios de comunicación a comer con ellos para seguir hablando de su inocencia, aunque el delito sigue porque dos niñas están en un albergue federal debido a un tema incluso de trata, ahora resulta que apareció (así como de la nada) una carpeta de investigación contra sus hermanas. Pues así la justicia en Hidalgo, parece que quien paga, manda; mientras dos niñas han sido afectadas gravemente en su salud y su vida.
- Ahora resulta que el expriista y diputado local Julio Valera Piedras asume el diálogo con mujeres integrantes de la Mercadita Feminista y otras colectivas que acudieron a manifestarse al primer Informe de la Comisión de Derechos Humanos, cuando en diversas ocasiones lo estuvimos buscando varias activistas para otros temas que nos interesaba dialogar, por ejemplo, resolver lo que ocurría sobre la Comisión de Igualdad o cuando integrantes de su partido firmaron para poner una acción de inconstitucionalidad para intentar echar atrás la despenalización del aborto; hasta se escondió para no acudir a un evento donde yo iba a estar; entonces, qué casualidad que ahora sí quiera hasta hacer una mesa de diálogo. ¡Ridículo e incongruente!
- La horrible misoginia de varios medios de comunicación, pero, sobre todo, del de siempre, Ricardo Montoya, reportero que desde hace muchos años se ha dedicado a descalificar al movimiento feminista local, además de escribir en su nota que, si alguien tiene grado de maestro o doctor, hace mejor su trabajo. Seguramente para muchos hombres es mejor seguir teniendo a alguien como el notario Sepúlveda Fayad que, a memoria corta de algunos, salió corriendo también en una designación de Estado para estar de vacaciones en la Comisión de Derechos Humanos y pagarle altas cantidades de dinero a su chofer que iba por sus pasteles, o de un Ramiro Lara, que ha sido acusado de tortura y ocultamiento de pruebas de feminicidio como está ocurriendo ahora con el fiscal de Morelos. Ricardo Montoya, como el macho que es, poniendo a discusión “quién la tiene más grande” de acuerdo con sus grados académicos, lo que por mucho es discriminatorio y, viniendo de él, misógino.
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Vuelvo a decir, como la semana pasada, no nos dejemos engañar por los señores rancios que realmente no están convencidos de nuestros derechos, sino de utilizarlos para el golpeteo político y defender el patriarcado. Hechos, no palabras. El feminismo tiene que construir de otra manera las malas prácticas que han tenido los hombres desde los medios de comunicación hasta lo político.
* Feminista activista, presidenta Ddeser
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