Pachuca 2024: bien vale desconfiar

Alameda

En este texto hago referencia implícita sobre “perder la capital” -específicamente la capital de Hidalgo-, ya que en el año 2020 los ánimos de confianza precipitaron la esperanza de las y los pachuqueños, e hicieron que el PRI y sus aliados volvieran a gobernar la capital.

El triunfo electoral del PRIANRD en Hidalgo –en una coyuntura donde el obradorismo avanza fuertemente en todo el país– tuvo muchas paternidades, fuego amigo, traiciones y complicidades para que el movimiento de la Cuarta Transformación solo tuviera unas cuantas victorias de 84 posibles, luz naranja de que la batalla político electoral que está por venir no será ni medianamente fácil, como muchos quienes nadan en el mar del exceso de confianza auguran.

En el marco del proceso electoral concurrente del próximo 2024, las y los aspirantes de morena ya se promueven en todos los medios a su alcance entre el triunfalismo que prevalece por la amplia ventaja que le otorgan las encuestas al movimiento fundado por Andrés Manuel López Obrador y a la tribulación que viven en el FAM (Frente Amplio por México).

Entre la confianza legitima y los excesos de confianza hay una línea muy delgada, ya que tal pareciera que en la práctica política actual existe una suerte de ilegítimo acomodo, que dificulta entender que, confiar para que las cosas funcionen, está bien; pero desconfiar para que funcionen mejor y corregir aquello que hay que corregir, es siempre, un imperativo de razón.

Anclarnos a la innegable simpatía y aceptación con la que cuenta el presidente Andrés Manuel López Obrador y pensar que eso es suficiente para conseguir triunfos político- electorales, es una apuesta –por decir lo menos– inocente.

Hoy requerimos la suma de nuestros viejos aliados; recuperar a los liderazgos políticos de nuestro movimiento que durante los últimos años no han tenido voz ni trato político; se debe volver al origen, al trabajo de base; a la construcción y al fortalecimiento de los liderazgos de nuestro movimiento; debemos militar en los diferentes espacios de participación, y por supuesto, retomar la plaza pública.

En las tareas políticas venideras, se debe eliminar por completo el ánimo faccioso, encender las luces de precaución y actuar para no perder la capital de todas y todos los hidalguenses, si bien el adversario está herido, este acecha en la penumbra, tal cual lo hacía en el 2020.

Por Dino Madrid

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