Pablo Peniche, “diseñador sonoro”
Su trabajo contiene sonidos como metales, piedras, naturaleza, vidrio, hojas… pues explica que el cerebro humano reconoce todas esas texturas inconscientemente
Pablo Peniche es productor de música electrónica desde hace 15 años. La falta de oportunidad para estudiar esta carrera en una universidad lo orilló a convertirse completamente en autodidacta y aprender todo por su cuenta.
“Empecé como un aficionado, como todos, pero la constancia me hizo darme cuenta de que esto es lo que quiero hacer para toda mi vida”.
Peniche, de 31 años, cuenta que para él la pandemia es una oportunidad para crear, ya que aprovechando el encierro pudo realizar piezas en casa sin pensar si podrían regresar los eventos musicales.
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“La música en línea ahora está en otro nivel, ya que la mayoría de la gente la consume desde casa por la comodidad de estar a un clic de distancia de cualquier artista sin necesidad de salir a festivales o conciertos”.
Nacido en Ciudad de México, Pablo Peniche se define como un diseñador sonoro, pues, dice, la música electrónica te permite explorar más allá de la armonía o melodía, que es lo convencional, igualmente te permite crear paisajes, historias, así como texturas.
“Todo esto parte de la necesidad de querer decir algo. Cuando encuentras algo que te apasiona es cuando sabes que algo está dentro de ti, que quieres hacer, aunque no sepas dónde te llevará”.
Destaca que la tecnología te lleva a explorar un sinfín de posibilidades, sobre todo a no cerrarte de que necesitas mucho equipo.
Hoy en día, con una pequeña computadora y los programas que existen, cualquiera puede hacer música.
“Mucho de mi trabajo contiene sonidos como metales, piedras, naturaleza, vidrio, hojas, ya que el cerebro humano reconoce todas esas texturas inconscientemente”.
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Su bisabuelo, Abel Domínguez Borrás, era compositor de boleros mexicanos, compuso piezas para grandes intérpretes, como Andrea Bocelli y Frank Sinatra, e igualmente produjo música para Walt Disney y Salvador Dalí.
Pablo se ve en 20 años haciendo paisajes sonoros para películas, así le gusta definirlo, pero cree que es una historia cognitiva porque la música puede transportarte a las épocas y lugares que quieras.
Finalmente, invita a todas las personas que están iniciando a hacer música que se vuelvan completamente autodidactas, debido a que toda la información está a la disposición.