Morena, casi imbatible  

Historias que contar

Todavía viernes y sábado pasados en temas de conversación familiares, o con buenos amigos, se hablaba de las inminentes elecciones del domingo 2 y se trataba de aterrizar resultados, aunque análisis mesurados, sin llegar a discusiones bizantinas en que se pierden composturas. Preparé mi credencial del INE, con la ventaja que la casilla que me corresponde es cercana. No tuve ningún problema y si atenciones que mucho agradecía. Muy interesado en el tema dispuse a esperar larga noche y seguir por acreditado noticiario incidencias del proceso. Esperaba resultados del programa de resultados electorales preliminares. Estos se retrasaron.

En la espera, hubo entrevistas con aspirantes a gubernaturas, y con otras figuras de reconocida solvencia política. Interesaba en especial saber quién de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez se perfilaba para la presidencia de la República. Esta definición se consolidó ya de madrugada con el triunfo holgado de la morenista. Antes, Gálvez, aún domingo, pareció estar cierta de que triunfaría; después felicitó a su rival; buen gesto.

La futura sucesora de Andrés Manuel López Obrador, anunció, serena, precisa, a sus 61 años:” No les voy a fallar”. También:” No llego sola. Llegamos todas, con nuestras heroínas que nos dieron patria, con nuestras ancestras, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas”. Se recuerda que para ser nominada aspirante tuvo una fuerte oposición de quien fuera secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

De acuerdo con las iniciales estimaciones, Claudia obtuvo un poquito más del 60% de los sufragios; Xóchitl casi arribando a un 29% y Álvarez Máynez acercándose al 11%.  Por esto, se infiere, los dos últimos públicamente lo aceptaron. La hidalguense si mencionó que se verían en tres o seis años. O sea, en su ánimo de mujer combativa, ve hacia el futuro.

La coalición Sigamos Haciendo Historia -Morena, Verde y PT- sumaría a favor 346 de 500 diputaciones en la Cámara de Diputados y en el Senado 76 escaños.

En Hidalgo, el dirigente Morena, Marco Antonio Rico Mercado, concretó su apreciación resumiendo en “carro completo”, con dos senadurías, Simey Olvera y Cuauhtémoc Ochoa y las siete diputaciones federales. En cuanto a diputaciones locales, 18, con el Panalh (Partido Nueva Alianza Hidalgo).

No omitió, fue claro, en que, asimismo, se sumaron importantes municipios, entren ellos Tula de Allende, Tulancingo, Mineral de la Reforma y Pachuca.

Las gubernaturas fueron otro capítulo importante. Para la Jefatura de la Ciudad de México, Clara Brugada obtuvo el primer lugar, ante un rival de alto riesgo como Santiago Taboada, quien llegó a insistir, antes de conocer el resultado irreversible, que él había vencido. Lo aceptó sin buscar culpas ajenas

 En el escenario había ocho gubernaturas. Antes, la oposición reiteraba que seis estaban de su lado. No fue así. Llamó desde un principio la atención Veracruz. La morenista Rocío Nahle fue señalada como detentadora de dinero, en situación sospechosa. Ella ganó la contienda y dijo que contaba con propiedades, inmuebles, obtenidos legalmente y, además, que no tenía ningún departamento en Nueva York; salió adelante.

Guanajuato, esperado, fue para Libia García del PAN, PRI y PRD. Que se sepa nadie protestó. En Jalisco, de la mano de Pablo Lemus, Movimiento Ciudadano reafirmó su influencia y penetración. Los restantes los ganó Morena y asociados: Chiapas, Eduardo Ramírez, Morena, PVEM y PT; Morelos -sorpresa- Margarita González, con Morena, PT, PVEM, Nueva Alianza y PES; Puebla, Alejandro Armenta, Morena, PVEM, PT, Nueva Alianza y FxM; Tabasco, Javier May, Morena, PVEM y PT, y Yucatán, Joaquín Díaz, Morena, PVEM y PT.

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