“Dicen que hay costumbres que, si no se corrigen, se convierten en el peor enemigo de quien las practica”, así cierra una de las menciones que se refirió a mi el pasado viernes. Tres espacios que expresaron casi lo mismo, como si una misma persona hubiera redactado el párrafo y que al parecer, fue así. En la frase tienen razón, las costumbres que no se corrigen, se convierten en el peor enemigo, y eso aplica justo a quien lo hizo. La costumbre de: difamar, traicionar, pagar por estas notas; le cobrará la factura, es una ley de vida y esperemos que también de la política. La costumbre de corruptelas y bajezas se evidenciarán cuando llegue el tiempo. En lo que a mi respecta, podrán seguir con sus inventos absurdos, pero jamás encontrarán cuestiones de corrupción, negocios irregulares, patrimonio oculto, o algo grave.
Dejan ver una misoginia que sigue presente en el entorno político; es muy delicada la desinformación, genera percepciones erróneas y daño, no a la investidura como representante, sino como mujer; la violencia política y el amarillismo, son una constante hacia nosotras ¿Por qué no se habló de la presentación de iniciativas? Ese día propuse una reforma a la Ley Federal del Trabajo en materia de emisión de protocolos para prevenir y atender el acoso y hostigamiento sexual y laboral y erradicación del trabajo forzoso e infantil, esto no mereció siquiera una línea para informar; además, participé en un foro juvenil, y por alrededor de 12 horas fungí como secretaria de la Mesa Directiva, con solo ver la sesión podrían corroborarlo, pero prefirieron hacerle caso a la persona que impulsó especulaciones sin pruebas.
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No puedo guardar silencio y rechazo categóricamente lo que difundieron, expreso mi indignación y preocupación ante estas formas tan normalizadas de violencia política.
Los medios de comunicación son esenciales en la consolidación de sociedades más justas y democráticas, con responsabilidad de regirse por principios éticos y de no fomentar violencia, porque con ese tipo de notas generan mensajes de odio. No debemos nunca más quedarnos calladas. Eso nos ejemplifica la primera Presidenta de México.
Pasando a otro tema, la celebracion de 7 años de transformación -déjenme presumirles un Zócalo totalmente abarrotado- para conmemorar la llegada al gobierno de nuestro movimiento, hoy encabezado por la Dra. Claudia Sheinbaum. Un evento que demuestra que el pueblo y el gobierno van de la mano, una Presidenta firme, pero sobre todo llena de amor y respaldo, con un contundente discurso.
El 2018 inició con un diagnóstico de la situación gubernamental, encontrando retrocesos significativos y prácticamente, un abandono de la perspectiva social en las políticas públicas. El expresidente Andrés Manuel, arrancó con medidas inmediatas para los problemas más expuestos. Ahora, luego de que el pueblo nos permitió en 2024 una composición parlamentaria para aprobar las reformas constitucionales, están llegando resultados como el aumento histórico al salario mínimo y la reducción considerable de la pobreza.
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La transformación va en cada acción que como sociedad impulsamos, falta mucho, pero este segundo piso tiene rumbo y comandanta suprema de altísimo nivel, por ella y con ella ¡seguiremos haciendo historia!
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