La vida en un balón

Xalbador García desborda por la lateral desde la media cancha, gambetea a cuanto rival editorial se le pone enfrente, siente que el alma de Diego Armando Maradona se le ha incrustado en los pies, patea con delicadeza el esférico para poner en las redes el libro Últimas noticias de Futbotitlán. La historia verdadera de la selección mexicana de futbol (un libro de autoayuda)

Sí, es de autoayuda, así lo considera el autor apasionado del futbol y fanático de los Pumas de la UNAM, pues el leer la historia de fracasos de un equipo, la corrupción que envuelve al deporte en México es un aliciente para no quedarse en la misma situación, para que el lector se sacuda esa mediocridad y busque destacar en todos los aspectos.

“La pasión es lo que nos mantiene vivos a final de cuentas, las pasiones nos hacen seres humanos Y de ahí el libro empieza a tomar carnita porque para analizar el futbol mi propuesta es analizar a la sociedad entera. Vemos cómo el fracaso se ha vuelto un deporte nacional en todos los sentidos, desde cómo nos contamos nuestras propias historias hasta cómo percibimos aquellos que logran victorias.

“¿Por qué esta necesidad del mexicano de tirarle a las personas que logran destacar? Pareciera que la victoria no nos gusta, además parece que el triunfo es la carga más pesada que un mexicano puede llevar ante su nación”, responde como estratega desde el banquillo acomodando su línea en el ataque.

Así, como en el futbol, la sociedad mexicana vive soñando que algún día ganará la lotería, será millonaria de la noche a la mañana o que un nuevo gobierno le dará riquezas, pero desafortunadamente nunca llega ese quinto partido, ese boleto ganador, esa riqueza.

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Al contrario, se conforma con lo que tiene, como lo refleja Xalbador García en Últimas noticias de Futbotitlán (Katakana Editores y el Diván Negro), sigue comprando esas promesas de políticos, del alcohólico que promete ya no beber, de aquel que asegura bajará de peso o ya no será corrupto.

“A pesar de todo seguimos disfrutando, seguimos apoyando, seguimos gastando miles y miles de pesos en la playera nueva de la selección.

“¿Somos como el Cruz Azul, pero en gran escala? Creo que lamentablemente no, porque el Cruz Azul llegaba a las finales nosotros ni eso. Hablando de futbol somos un equipo de media tabla a nivel mundial. Siempre hemos sido, por lo menos desde 1994 (Mundial), un equipo de media tabla y esa es la gran cuestión del libro. Si económicamente somos de los primeros tres. En nivel selección en cuanto a lo general está Brasil, Alemania y México y esa riqueza no se permea en el ámbito deportivo”.

En las páginas de Últimas noticias de Futbotitlán van pasando los ídolos, un Hugo Sánchez, Manuel Negrete, un Miguel “Piojo” Herrera, tanto por sus historias como esa personalidad que los marcó en el deporte y fuera de las canchas.

“Tenemos una nómina bien extraña de jugadores. Hugo Sánchez, su caso es bien interesante porque como se dice ‘cuando hay para carne es Cuaresma’. A Hugo Sánchez se le critica mucho de que no hizo cosas o no trascendió en la Selección Mexicana, pero la gente no se da cuenta que el Mundial de Hugo Sánchez era el de Italia 90. Llegó a ser el mejor jugador del mundo y eso que estaba compitiendo en Europa con Maradona.

“Italia 90 era para Hugo Sánchez, pero fue cuando apareció lo de los cachirules. Lacera mucho porque veníamos del Mundial de 1986, que ahí sí se había llegado al quinto partido y seguramente iba a ser positivo ese Italia 90”, recuerda el autor.

Tras un saque de esquina el balón dividido en el área de peligro, parece que hay una falta en el manchón penal, pero el silbante no marca el castigo desde los 11 pasos, parece un robo, le gritan ‘¡ratero!’, se habla de un arbitraje corrupto, sí, como ese mal que impera en muchos sentidos en la sociedad.

“Por unos corruptos se perdió lo que pudo ser un gran Mundial para México y es esa corrupción que se filtra en todos lados, en el deporte, en el cine, entre los escritores, en la literatura en todo esto sí, la corrupción está por todos lados en el país, lamentablemente, o sea, más allá.

“Si uno está o no de acuerdo con (el presidente Andrés Manuel) López Obrador siempre va a estar el discurso de que esa corrupción nos afecta, no hay manera de evitarla, desde chavito eres corrupto porque ves a tus padres ser corruptos”.

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La selección mexicana es el reflejo de sus seguidores, más de los que viven en Estados Unidos, es la felicidad de aquellos que se fueron a buscar el sueño americano, así lo platica García, más desde que los últimos juegos, de hace unas semanas, el llamado Tri dejó más dudas que satisfacciones, pero que al jugar al otro lado de la frontera dejó millones de dólares a las federaciones deportivas.

“En el libro marcamos eso, es de resaltarlo. La gran magia de este equipo no es un equipo de futbol, lo importante es que encarna una historia nacional, una nostalgia por el terruño, una esencia de que si no la apoyas estás traicionando a tu historia, tu país, pero también a tu familia.

“Muchos dicen: ‘a mí no me gusta el futbol’, pero en el Mundial compran las playeras, se juntan con la familia, con los amigos para hacer un asado, una comida alrededor del futbol, entonces esa es la magia de este equipo y a partir de ahí las ganancias millonarias.

“Puede ser una mala etapa de la selección, pero en el libro hay más, la historia se repite, fracaso tras fracaso que tal vez en el propio México va dejando mal sabor de boca y la afición se aleja, pero los paisanos que radican en tierras ‘gringas’ no lo ven así.

“Si comparamos entre pesos y dólares, por supuesto que el negocio está del otro lado y son los paisanos quienes gastan muchísimo dinero, no les importa ni cómo vaya el equipo, esto es porque para ellos el equipo va más allá de un resultado, es ese amor, ese reencontrarse con los tuyos, esta nostalgia por el terruño a veces vedado si eres ilegal.

“Es una especie de rito de reconocimiento como lo llaman los antropólogos, es reconocerte con tus otros en una tierra extranjera, sentirte parte de una comunidad estando lejos de tus raíces”.

Xalbador García recuerda su paso por el futbol llanero, ese donde vas con la familia un fin de semana y a él le recuerda su infancia, esos sueños de ser campeón goleador en un equipo profesional.

“Ese es el otro objetivo del libro, decir a ver recordémonos que el futbol trasciende fracasos e intereses económicos”.

“México es el único equipo en el mundo que tiene dos países sedes, México y Estados Unidos y, en el segundo, se saca más dinero”.

Por Alejandro Baillet

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