La pasarela
Agujeros Negros
La presencia del gobernador en Huejutla de Reyes y San Felipe Orizatlán le permitió respirar la atmósfera política en la Huasteca, donde priva la desesperación entre algunos de los actores que desfilaron frente a él, bajo el viejo precepto de que Santo que no es visto, no es adorado en sus aspiraciones por gobernar sus municipios de origen, por ello cumplieron con el ritual del acto de presencia y el hacerse notar ante el jefe político del morenismo.
Para los que no fue agradable la visita de Julio Menchaca Salazar fue para los subsecretarios Marco Antonio Ramos Moguel y Julián Nochebuena Hernández, acusados de anteponer sus intereses personales y grupales a las tareas que tienen encomendadas porque los acusan al primero de dedicarse a promover la candidatura en Huejutla de Reyes de su hermano Gabriel Ramos Moguel y al segundo porque quiere ser presidente de Atlapexco.
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A quien no le fue nada bien fue a Raúl Badillo Ramírez quien previo a la visita del mandatario solivianto a un grupo de vecinos de Tlalnepanco para presionar en un fallido intento de recobrar la fuerza perdida por su mala administración, para influir en el proceso interno de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para definir las candidaturas a presidente municipal y diputados local y federal.
Los que no se midieron fueron los orizatlenses Manuel Rivera, Lino Candelaria, Brenda Flores, Marco Andrade, Yara Cervantes, pero sobre todo Fortunato Rivera que insiste en que las mujeres deben seguir gobernando San Felipe y si es su hija Cristina Rivera mil veces mejor, todos sin excepción trataron de hacerse notar ante el mandatario en una alocada carrera por buscar suceder a Erika Saab.
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Por lo pronto, la atmósfera política se densa, en Atlapexco no quieren otro Nochebuena, en San Felipe Orizatlán Manuel Rivera quiere cobrar facturas y en Huejutla de Reyes Raúl Badillo y Ramos Moguel quieren descarrilar a El Carretas, lo que parece difícil, por lo mismo el camino al 2024 en la Huasteca parece sinuoso.
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