En Hidalgo, cerca de 81% de la población percibe entre uno y tres salarios mínimos, situación que reduce sus capacidades de adquirir créditos que les permitan comprar una vivienda, cuyo valor promedio es de 750 mil pesos.
De acuerdo con datos de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) en Hidalgo, 67% de la población económicamente activa percibe de entre uno a dos salarios mínimos y el valor de la vivienda a la que pueden acceder es de hasta 380 mil pesos.
A este porcentaje se suma un 14% de la población cuyo salario ronda de entre los 14 mil 936 pesos a los 22 mil 404 pesos, y cuya capacidad de pago de una vivienda sería de 550 mil pesos.
Esto, considerando que la Ley de Vivienda para el Estado impide que el pago mensual de la deuda exceda 30% de los ingresos del deudor en el período.
Miguel Ángel Jiménez Alvarado, presidente de la Cámara en el estado, explicó que no se tiene la oferta suficiente para atender la demanda de la población con estas capacidades de créditos, ya que la vivienda con mayor disponibilidad es de tipo tradicional con valor superior al millón de pesos, mientras que las de tipo económico o popular tipo B1 con precio menor a los 422 mil pesos, no se tienen en el mercado.
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Encarecimiento del sector vivienda, un fenómeno al alza
Factores como la oferta y la demanda, la ubicación y la cercanía con fuentes de empleo o servicios básicos y sociales, impactan de manera general en el precio de la vivienda en México, el cual ha registrado una variación al alza durante los últimos meses, aunque en Hidalgo el valor ha decrecido en más de 1% de octubre del año pasado a febrero de este año.
El incremento en el precio de los insumos como materiales de construcción, mano de obra y la tierra, han favorecido la escalada de precios indicó el presidente de la Canadevi en el estado, aunque también impactan otras circunstancias como los costos de derechos de agua, permisos o autorizaciones municipales o estatales.
“Es parte del proceso de la vivienda porque no solamente edificamos, sino también se hace infraestructura urbana, es decir, líneas de agua potable, de drenaje, alumbrado público, eso impacta en el costo de una vivienda” expuso.
A nivel nacional el costo por metro cuadrado de suelo era de 30 mil 390 pesos según datos del Indicador Banorte de Precios de la Vivienda con corte al mes de febrero pasado, sin embargo, en la Ciudad de México el precio llega a duplicarse al registrar un valor de 56 mil 911 pesos, colocándose como la ubicación más cara en el país para comprar o construir una vivienda.
Baja California, Estado de México, Sinaloa, Jalisco y Nuevo León también superan la media nacional ya que sus precios oscilan entre los 37 mil 843 pesos a los 51 mil 288 pesos.
En contra parte, las entidades con el precio más bajo del metro cuadrado de tierra se encuentran Guanajuato con 21 mil 9 pesos, Hidalgo con 20 mil 674 pesos, Sonora 20 mil 342, Morelos con 20 mil 34 pesos, y Tamaulipas con 16 mil 777 pesos.
Este mismo indicador revela que a nivel nacional resulta más económico para las personas adquirir una vivienda nueva o usada que construir una, ya que el valor por metro cuadrado de construcción alcanzaría los 35 mil 683 pesos sin tomar en cuenta que, en entidades como Jalisco, Nuevo León y Ciudad de México estos precios son más elevados.
Una de las alternativas que ven los empresarios para evitar un mayor encarecimiento de la vivienda es la construcción en vertical para aprovechar el uso de suelo y contar con una mayor oferta, explicó Jiménez Alvarado.
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Diez municipios concentran mercado de vivienda estatal
Mientras el mercado de vivienda en Hidalgo se reduce a diez municipios, desde octubre de 2024 a febrero de este año, el valor ponderado por metro cuadrado registró una disminución, pasando de los 21 mil 995 pesos a los 20 mil 674 pesos, lo que significa una variación de 1.4%, no obstante, este precio depende de si se trata de una vivienda nueva o usada o si se opta por la construcción.
Aunque en otras entidades como la Ciudad de México, Yucatán, Sinaloa o San Luis Potosí resulta más caro construir, tanto en Hidalgo como en Puebla o Tamaulipas resulta más conveniente esta opción que adquirir una propiedad nueva.
Para los hidalguenses el metro cuadrado de construcción representa una erogación de 19 mil 909 pesos, mientras que por una vivienda nueva el precio alcanza los 21 mil 686 pesos por metro cuadrado construido, y los valores más económicos son por viviendas con 10 a 20 años de antigüedad por 17 mil 573 pesos, y de 21 a 50 años por 16 mil 843 pesos.
Situación distinta ocurre en otros estados como Morelos, donde por construir las personas gastan hasta 23 mil 952 pesos y por una vivienda nueva pagarían 22 mil 507 pesos, o usada hasta 15 mil 436 pesos por metro cuadrado.
10 municipios concentran la demanda de vivienda
El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) concentra casi 64% de los créditos otorgados para adquirir una vivienda, según datos del Sistema Nacional de Información e Indicadores de Vivienda (SNIIV).
En el caso de Hidalgo estos se ejercieron principalmente en 10 municipios:
- Tizayuca
- Mineral de la Reforma
- Atotonilco de Tula
- Pachuca
- Zempoala
- Tolcayuca
- Tepeji del Río
- Tula de Allende
- Tulancingo
- Tepeapulco
En el caso de los municipios de la zona metropolitana de Pachuca, los principales compradores son personas provenientes del Valle de México, representando cerca de 65%, por esta razón la Canadevi solicitó la intervención del Congreso local para mejorar el marco jurídico y privilegiar la demanda de vivienda para los hidalguenses.
De acuerdo con la Canadevi, se tiene un rezago de 200 mil viviendas en el estado, pero con el proyecto del Gobierno federal para construir vivienda para la población vulnerable, se estaría atendiendo un sector que la iniciativa privada no ha podido atender porque los precios están por encima de la capacidad de crédito de las personas.
Miguel Ángel Jiménez Alvarado explicó que la proyección para Hidalgo es construir 30 mil inmuebles, cifra que se sumaría a las 30 mil que construirá la iniciativa privada y de las cuales 20 mil ya están en proceso, aun así, reconoció que no es posible abatir este rezago.
No obstante, se espera que con esta oferta se pueda contener el precio de la vivienda para los próximos años y evitar que siga escalando, haciendo aún más imposible que las personas puedan tener un patrimonio propio.
Otro fenómeno a destacar es la existencia de vivienda deshabitada o abandonada que predomina principalmente en municipios como Tizayuca con poco más de 30 mil o Mineral de la Reforma y Pachuca con cerca de 20 mil.
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El presidente de la Cámara explicó que la vivienda deshabitada es aquella que se sigue pagando, pero por alguna razón los propietarios no deciden vivir en ella, ya sea por la distancia con su trabajo, inseguridad, u otros factores.
En tanto que la vivienda abandonada es aquella que ya no se paga y al propietario no le interesa recuperarla, pero genera problemas de inseguridad.
Para poder recuperar la vivienda abandonada, la gran mayoría de interés social, y poder ofertarla en el mercado, es necesario que se realicen modificaciones legales ya que los actos jurídicos son burocráticos y prolongados, por lo que se exhortó al Congreso local a llevar a cabo reformas que permiten una actuación más rápida sin afectar los derechos de los propietarios.
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