Ayuntamiento de Tulancingo/Foto: Jessica Manilla

Gobierno de Tulancingo presume al turismo obra millonaria inservible

El Parque Aventura, que no ha sido abierto al público, forma parte de una muestra fotográfica sobre lugares icónicos del municipio

Nathali Gonzálezjunio 2, 2022

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Aunque la obra Parque Aventura en Tulancingo se mantiene sin abrir al público, esta forma parte de la muestra fotográfica sobre lugares icónicos que fueron colocados en la estructura del puente peatonal Bicentenario.

La idea del gobierno municipal de Tulancingo es promover los sitios representativos, como Parque El Caracol, Museo del El Santo, el balneario de Santa Ana Hueytlalpan, Huapalcalco y la catedral, entre otros, aprovechando el flujo vehicular.

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Una de las imágenes exhibidas para los automovilistas es la tirolesa, cuyo título es Cerro del Tezontle (zoológico), el cual, como el resto de las fotografías, cuenta con un código QR no obstante que esta es una obra turística inservible.

Incluso, cabe señalar que el próximo 24 de junio se cumplen dos años de la colocación de la primera piedra del Parque Aventura en las inmediaciones del Cerro del Tezontle (Parque Urbano Nicolás Flores).

El proyecto fue entregado con una placa distintiva por parte del expresidente municipal priista Fernando Pérez Rodríguez, durante su último año de gobierno, en septiembre de 2020.

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El Parque Aventura, que abarcaría diferentes retos como escalar, puentes colgantes, recorrido en bicicleta, puentes tibetanos y tirolesa, fue adjudicada a la empresa Parques de Altura México, con un costo de más de 6 millones 288 mil 659 pesos.

En su inicio se planteó como un detonante turístico, pero hoy no opera debido a que no cumple las condiciones de seguridad al usuario, luego de un dictamen de la Dirección de Protección Civil Municipal en 2021.

Actualmente, el gobierno que encabeza Jorge Márquez Alvarado no ha dado solución sobre esta infraestructura, en la que su antecesor aplicó recursos propios de la administración municipal.

Por lo que este proyecto, hoy elefante blanco, que literalmente ha quedado “en el aire” no se consideraría aún un lugar emblemático de Tulancingo, hasta que funcione y sea un atractivo real para la ciudadanía.