Forjador tulancinguense recibe una certificación internacional
Onésimo Ávila Lara fue promovido para ser miembro del Consell Internacional de les Arts
El forjador de hierro Onésimo Ávila Lara, originario de Tulancingo, recibió un certificado por parte de la United Nations Arts & Sciences (UNOTA), relacionada con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Se trata de la principal y única “Unión de Organizaciones” que protege todo tipo de arte y ciencia de todos los países del mundo.
Luego de participar en los últimos dos años en varias exposiciones internacionales, el artista autodidacta fue promovido para ser miembro del Consell Internacional de les Arts (CIA), por recomendación de la presidenta de Gironde en Francia, Dalia Ibelia Burgos Villamil.
Te recomendamos: Onésimo Ávila participará en Venecia con su obra
“Me hace muy feliz, yo no estudié nada de arte, pero el hecho de que las personas que están en esos puestos me hagan favor de invitarme y que les guste mi trabajo, me da alegría; me da orgullo y voy a seguir trabajando”, así lo expresó Onésimo Ávila a La Jornada Hidalgo, luego de regresar de Venecia, Italia, donde participó en la Muestra Internacional de Arte Contemporáneo, y de recibir el aviso de las Naciones Unidas de las Artes y las Ciencias.
El hidalguense mencionó que tiene cuatro nuevas obras en forja artística en puerta y existe la posibilidad de que vuelva al país donde ganó un primer lugar en 2021 en la categoría de escultura con “Armonía” y “Entre los tules”, en la cuarta edición de Arte Contemporáneo en Salerno, Italia.
“Lo que más me gusta es eso, trabajar y hacer piezas”, agregó el forjador, quien reconoce que su primer viaje al continente europeo dio un giro en uno de los aspectos que más motivan su vida.
Puedes leer: Onésimo Ávila gana el premio de Mejor Escultura Surrealista
Desde muy niño se desempeñó en la fragua, oficio que aprendió de su abuelo y padre, y del cual, además de elaborar trabajos de herrería y herramientas, también hacía esculturas artísticas que regalaba a sus amigos.
Hasta que un día las obras de Onésimo llegaron a ojos de expertos internacionales en el arte, como el tolteca que se encontraba afuera del Museo del Ferrocarril en Tulancingo, y el toro de hierro, ambas a tamaño real.