En el marco del equinoccio de primavera, las grutas de Xoxafi, en Santiago de Anaya, se llenaron de la energía y de las notas musicales interpretadas por Carlos Bascón Coyocohualli, quien ofreció una serie de conciertos el pasado 22 de marzo, en donde las y los asistentes pudieron deleitarse con la sonoridad prehispánica producida desde el interior de la tierra.
Xoxafi, que en hñähñu significa “trueno que cae”, es un circuito de grutas secas a las que se accede desde la cima del cerro de Teptha, en la comunidad de El Palmar, municipio de Santiago de Anaya, y, a unos 50 metros de la entrada se encuentra una cámara que ha sido adaptada para diversas presentaciones musicales, ahí fue donde se efectuó este concierto con sonidos prehispánicos.
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El evento musical en la gruta comenzó con la música producida por varios de los instrumentos que ha ido coleccionando Carlos Bascón Coyocohualli, muchos de ellos producidos en conjunción con artesanos que permiten que las notas escuchadas sean únicas y que, al chocar con las paredes de Xoxafi, produzcan una reverberación inigualable.
Dentro de las piezas interpretadas está “Raíces profundas” que busca recordarnos que, así como los árboles tienen raíces, las personas también las tenemos, las cuales se centran en lo que somos, en nuestra lengua, en nuestras costumbres, en nuestro México y nuestros ancestros, “nuestros abuelos indígenas y nuestros abuelos españoles, somos una mezcla y el suelo que pisamos es nuestro corazón”.
Además, el maestro Carlos Bascón Coyocohualli contó una la historia de tortuga laúd, la más grande del mundo, cuyo cuerpo carece de caparazón y en su lugar, tiene piel en la que se pueden ver siete columnas vertebrales y manchas blancas distintivas.



Estas manchas se semejan a las estrellas y según una leyenda contada por el maestro Coyocohualli, todas las noches, la tortuga laúd sale y alumbra la bóveda celeste con su piel, con el objetivo de cuidarnos a nosotros los humanos, al permitirnos disfrutar de la luz de los astros celestes.
Uno de los momentos más significativos fue cuando interpretó música en honor al jaguar, uno de los grandes felinos de México y que nos reconecta con nuestros ancestros, con las culturas prehispánicas, lo cual tuvo más importancia porque en el techo de la caverna se puede observar “la piel de del jaguar” que es parte del resultado del proceso sedimentación de las Grutas de Xoxafi y da este efecto visual de ver motas de felino.
Finalmente, Carlos Bascón Coyocohualli permitió que todos los presentes pudieras escuchar “Octava luna”, una canción que formará parte de la película llamada “Pinky Witches”, dirigida por el pionero de la animación mexicana, Ricardo Arnaiz, reconocido por películas como “La leyenda de la Nahuala”, la cual se pretende que se estrene a finales del 2025.
MHO
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