El metaverso de la oposición

Sin protocolo

Tras la contundente derrota electoral del 2018, la oposición mexicana se encuentra en un dilema constante: lamerse las heridas, contraatacar o reinventarse por completo.

Esta incertidumbre se refleja en las encuestas, donde Claudia Sheinbaum mantiene una ventaja de dos a uno sobre Xóchitl Gálvez, dejando al descubierto la falta de estrategia de la oposición.

A esa realidad distorsionada en la que vive Gálvez y sus aliados del PRI-PAN-PRD la he denominado el «Metaverso de la Oposición», donde persisten en simular un bienestar social que no se ajusta a la verdad, evidenciando su desconexión con la realidad y la pérdida de confianza de la mayoría.

En este «Metaverso», la jerarquía y el elitismo son norma, lo que conduce a la exclusión de cualquier persona que no cumpla con los estándares establecidos por el establishment. Sin embargo, cada comentario clasista o racista aleja aún más a los posibles votantes.

Otra característica notable es su intento de resaltar logros pasados mientras estuvieron en el poder, ignorando la corrupción generalizada y las obras públicas deficientes que dejaron como legado.

El Metaverso también llegó tarde a las redes sociales. En lugar de adaptarse al panorama digital, la oposición ha optado por estrategias obsoletas y ha fracasado en comprender el verdadero alcance de las redes sociales, lo que los lleva a comprar seguidores y tendencias de manera poco auténtica.

Además, la pérdida de aliados y la negativa a aceptar los resultados de encuestas desfavorables publicadas en medios de comunicación que son de sus simpatías, demuestran su incapacidad para reconocer su propia realidad y trabajar en consecuencia.

La oposición mexicana necesita dejar atrás su «Metaverso» y enfrentar los desafíos actuales con autenticidad y propuestas concretas si pretende recuperar la confianza del electorado, pero está más interesada en instalarse en la realidad alterna.

Off the récord:

Con la presentación de candidatos locales para diputaciones y alcaldías, resalta la falta de renovación en los partidos políticos, así como la presencia de figuras poco innovadoras y algunos «juniors» favorecidos por su linaje o cercanía con el poder más que por su mérito.

Sería útil establecer un criterio claro para identificar las posturas políticas de los candidatos, desde la izquierda hasta el neoliberalismo, y así ofrecer una mayor transparencia al electorado. Hoy están muy revueltos.

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Jorge G. Correa

Periodista - Ahora 👉 en La Jornada Hidalgo.