El impacto de la perfilación criminal en la actualidad

In principio erat Verbum

“El mayor crimen está ahora, no en los que matan, sino en los que no matan, pero dejan matar”.

José Ortega y Gasset

“¿Los psicópatas nacen o se hacen?” Ha sido una pregunta constante entre los expertos de la materia, y claro que las opiniones se dividen, pero a pesar de ello, un amplio porcentaje de perfiladores, psicólogos, criminólogos y psiquiatras, entre otros, afirman que el contexto y las experiencias adquiridas pueden y transforman completamente a los individuos.

Con el paso de los años y gracias a la investigación, los casos de los denominados asesinos seriales comenzaron a hacerse cada vez más visibles, pero sobre todo mediáticos, tanto que en la última década la industria del entretenimiento se ha encargado de adentrarnos tanto en su mundo como en el de la perfilación criminal con películas y series como: Zodiaco, Seven, Solace, Dexter, Lie To Me, CSI, Hannibal, Criminal Minds o más recientemente The Alienist y Mindhunter.

Es innegable que estas producciones buscan retratar bajo un tinte de ficción la realidad a la que día a día muchas personas se enfrentan o han enfrentado, es así como estas producciones nos han permitido ser testigos del largo y sinuoso camino que ha recorrido la perfilación criminal, la cual actualmente se ha convertido en un área fundamental para mermar la incidencia en este ámbito.

Este campo ha crecido y madurado exponencialmente en el último siglo, lo anterior gracias al trabajo realizado a finales de la década de los 70 por los agentes del FBI Robert K. Ressler, John Douglas y Roy Hazelwood quienes impulsaron un modelo de perfilación criminal e instauraron el término offender profiling, el cual hace referencia al análisis del comportamiento de asesinos y violadores en serie, lo anterior derivado de un estudio a partir de entrevistas, que sirvió para detectar los aspectos más relevantes de su modus operandi, sus motivaciones y las circunstancias personales y familiares, que podrían haber propiciado sus actos.

A raíz del descubrimiento de esta nueva y amplia área de estudio se estableció la Unidad de Ciencias del comportamiento, adscrita a la Oficina Federal de Investigación (FBI) que actualmente recibe el nombre de Unidad de Análisis de la Conducta; la cual comenzó a realizar indagaciones más profundas, creando una base de datos que permitió establecer si existían similitudes entre los crímenes, instituyendo así líneas de investigación que facilitaran la identificación del agresor.

Derivado de lo anterior, el concepto serial killer se atribuyó a Ressler y hace alusión al individuo que asesina a tres o más personas; de acuerdo a información publicada en el documento Serial Murder Multi-Disciplinary Perspectives for Investigators emitido por el Centro Nacional de Análisis de Crímenes Violentos de la Oficina Federal de Investigación (FBI), contrario a lo que podría creerse los asesinatos en serie son un evento relativamente raro y se estima que comprenden menos del 1% de todos los asesinatos cometidos en un año.

Este mismo informe hace hincapié en que la mayoría de los asesinos en serie no son solitarios, inadaptados sociales, viven solos ni parecen extraños; muchos se esconden a plena vista dentro de sus comunidades, llevando una vida normal con familias, empleo remunerado y aparentando ser miembros de la comunidad.

Hoy, la perfilación criminal se ha convertido en un método que permite la resolución de crímenes, pero, además, es una herramienta poderosa que posibilita la clasificación de asesinos, la obtención de información de la escena del crimen, el conocimiento de la intención del crimen y la reconstrucción de comportamientos tanto del agresor como de la víctima, etc. Lo que a su vez significa un parteaguas en la forma en la que observamos no solo los homicidios sino también a los criminales, porque pese a lo mediático no debemos olvidar que quien comete estos delitos ha transgredido límites significativos y no deben ser enaltecidos, recordemos aquella frase del escritor estadounidense John Katzenbach, “somos un país que venera a sus criminales. Idealizamos sus fechorías y pasamos por alto sus barbaridades, sustituyéndolas por canciones, leyendas y algún que otro festival.”

*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación.

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