El estado de bienestar al que aspiramos

El Surtidor

En el contexto de la era de la cuarta revolución industrial y con procesos tecnológicos cada vez más exigentes, la sociedad necesita transformar la forma de cómo percibe la educación y la productividad. Esto nos lleva a replantear las oportunidades y necesidades relacionadas a los procesos y mecanismos de capacitación constantes, los cuales se requieren para lograr un óptimo desempeño social e incluso el desarrollo personal.

Es así que, en el acelerado ritmo de crecimiento de la sociedad global contemporánea, es necesaria la conexión de actores mediante el Networking donde existe un permanente intercambio de ideas y opciones que permita la innovación y la cooperación en la generación y aplicación de conocimiento.

La nueva normalidad ha dejado de manifiesto que hoy tenemos que hacerle frente a una serie de retos pendientes. También, de forma paralela, gracias al avance tecnológico y al mejoramiento de los medios de comunicación de los últimos años, cada vez más somos capaces de adaptarnos y de experimentar una importante evolución en todas las áreas profesionales.

Te recomendamos: La rabia de los días

Frente a este nuevo paradigma, es evidente que las herramientas digitales se han integrado más en nuestra cotidianidad, en la medida de lo posible, permitiendo conectarnos y aprender conocimientos desde la distancia. Lo cual, a su vez, nos demuestra la necesidad de guiar la enseñanza hacia los nuevos modelos de trabajo como el Networking, con la finalidad de que los procesos de colaboración puedan consolidarse.

Esto nos hace replantear las necesidades en cuanto a los procesos de capacitación constante que se requieren para lograr un óptimo desempeño, inclusive en su propio desarrollo personal. Por un lado, las universidades ofrecen un catálogo de servicios y el modelo de educación dual en donde los estudiantes desarrollen competencias profesionales. Por eso es trascendente que se creen sinergias entre empresas e instituciones educativas. Conocerse y poder intercambiar datos y opiniones enriquece de manera contundente la vinculación escuela-empresa. Y nos llena de júbilo que, al establecer esta nueva relación, puedan tenderse nuevos puentes de colaboración entre la academia y el sector productivo.

En este contexto dentro de los componentes de la triple hélice la sociedad se encuentra con los tres actores en donde sus acciones interrelacionadas habrán de beneficiar a la sociedad, con la finalidad de gestionar un desarrollo en ciencia, tecnología y economía regional.

Puedes leer: Proseguir la travesía

En nuestro presente, el networking es de gran importancia porque traza redes profesionales de contactos que ayudan a las personas a dar a conocer sus habilidades sociales, escuchar y aprender de los demás, conectar con posibles colaboradores, socios o inversores, recibir consejos de personas que han alcanzado una gran trayectoria en el mundo comercial, y lo más importante, conseguir clientes potenciales interesados en intercambiar productos o servicios.

Además, permite poner en práctica la inteligencia emocional dentro de escenarios competitivos y de gran compromiso laboral, por lo que impulsar su presencia en el concierto estatal es fundamental para alcanzar el estado de bienestar al que aspiramos.

Mostrar más

Daniel Fragoso

Daniel Fragoso Torres. Nació en Pachuca, lector, escritor, se ha desempeñado como profesor universitario, periodista, editor, funcionario público y consultor. Es insomne.