Cuautepec no debe pasar de noche

El Faro

La anulación de los comicios en Cuautepec por parte del Tribunal Estatal Electoral de Hidalgo (TEEH) fue acertada, no había otra manera de enderezar un barco que se incendió desde la noche del 2 de junio.

Más bien no se entiende cómo el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) entregó la constancia de mayoría como alcalde electo a Jorge Hernández Araus, candidato de Sigamos Haciendo Historia en Hidalgo, luego de que solo pudieron llegar al consejo distrital 36 de 74 paquetes electorales previstos. Es decir, no llegó ni la mitad del material con el que se debía sustentar la elección.

¿Qué legitimidad tendría el morenista Jorge Hernández Araus si la mitad de las urnas había desaparecido? Lo que pasó en ese municipio azotado por el huachicoleo fue un robo en despoblado.

Por eso habría que preguntarse cómo el IEEH pudo avalar una elección que, si de algo carecía, era del principio de certeza, que se supone debe tutelar pues es uno de sus pilares.

Luego llama mucho la atención la reacción de Jorge Hernández Araus, quien descalificó al tribunal estatal, acusándolo de favorecer al PRI, partido al que responsabilizó del robo del material electoral, pues según él, estuvo atrás de los grupos que con violencia destruyeron varias urnas.

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Se trata de una acusación grave que el morenista tendrá que probar pues la lucha en los tribunales continuará, según confirmó el propio Hernández Araus y Morena.

Luego, el dirigente estatal de Morena, Marco Antonio Rico Mercado, señaló en conferencia de prensa esta misma semana que, si bien el Gobierno federal y el de Hidalgo intervinieron en los disturbios de Cuautepec, el “daño ya estaba hecho”.

Y agregó: “Nos preocupa que quede ese precedente, que ese tipo de grupos, ajenos al proceso, incidan, sobre todo en las formas para echar abajo la elección, en revertir la decisión de la población”.

El líder morenista tiene razón en sentirse preocupado, pues no debe pasar desapercibido que Cuautepec es el municipio más huachicolero del país, por lo que no sería extraño que los grupos delincuenciales que ahí operan sean quienes quieran sustituir el voto ciudadano para imponer su voluntad.

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Por eso, también tiene razón en que la violencia y posterior anulación de la elección en Cuautepec no deben “pasar de noche”.

En Hidalgo por fortuna no se han registrado hechos de violencia mayores, por eso lo que sucedió en ese municipio debe prender todas las alarmas, antes de que comencemos a ver lo que pasa en otros estados de la república.

Por lo pronto, el poder judicial resolverá si mantiene la anulación de los comicios. Y, de ratificarse el fallo del TEEH a nivel federal, la elección extraordinaria deberá llevarse a cabo con todas las garantías de seguridad, no sólo por parte de las autoridades electorales, sino también por parte de los gobiernos estatal y federal.

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Jorge Romero

Periodista con casi dos décadas de kilometraje. Interesado en hurgar las entrañas de la nueva anormalidad.
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