¿Conoces el nacimiento más grande de Tula? Te sorprenderá su historia y sus detalles

La temporada decembrina es la época perfecta para reunirnos con nuestros seres queridos, pero también para mostrar nuestra fe, y esto lo bien presente doña María Espindola Ramírez, quién, desde hace 30 años pone el nacimiento más grande en Tula de Allende.

Pero, ¿Dónde está este nacimiento que es el más grande de Tula? Tiene más de cinco mil piezas y lo puedes visitar al interior de la casa de la señora Mari Espindola, en el número 10 de la calle Teodomiro Manzano, en la colonia Jalpa, a unos 10 minutos del centro de Tula.

Este nacimiento cuenta con 90 casitas elaboradas con materiales reciclados, desde cáscara de coco, de caña, de tepojan, de piñones, de piñitas de pino, de ocote, ventanas de cazuela de barro; y varias de ellas representan a la familia de doña Mari.

La casita que representa a la familia de doña Mari tiene una figurita de una mujer con un rebozo rojo y una canasta en la mano que la representa a ella, además, tiene la figura que representa a su hija, su yerno y sus dos nietos.

Entre las otras casitas también están las que representan a sus otros hijos, a los hijos de cada uno, a sus hermanas y hermanos, a sus sobrinos y, conforme se van casando y formando una familia, se añade una casita para representar la nueva familia.

Además, tiene las clásicas figuras que representan a la virgen María, a San José, a los reyes magos, el ángel y, alrededor de ellos, las 90 casitas en dónde se puede ver de todo tipo de actividades, desde los que están haciendo carnitas hasta los que usan una tirolesa para divertirse, entre las casitas también hay una capilla que en su interior tiene la imagen de una virgen.

Una tradición de más de 30 años en Tula de Allende

La señora Mari cuenta que desde que sus hijos eran chiquitos, comenzó a poner su nacimiento como muestra de fe, de amor y de agradecimiento, lo cual ocurrió desde hace más de 50 años. Pero, mientras el nacimiento iba creciendo, se le ocurrió la idea de compartirlo con sus vecinos y todos los que quisieran visitarlo, por ello, desde hace 30 años está abierto al público.

La temporalidad en la que puede visitarte el meganacimiento, es del 2 de diciembre al 2 de febrero, en un horario de 9:00 de la mañana a 8:30 de la noche, aunque, es necesario tocar la puerta para pasar, pues comenta doña Mari que la seguridad en Tula no está como para dejar la puerta abierta.

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Algo que también debes saber es que, doña Mari pone el nacimiento sola y se lleva alrededor de dos meses y medio para ponerlo, por ello, comienza a montarlo desde mediados de septiembre para que quede listo para el 1 de diciembre que es cuando se enciende. Este año la acompañaron alrededor de 600 personas al encendido.

Y, durante los dos meses que está el nacimiento, alrededor de tres mil personas visitan su casa. Finalmente, doña Mari comentó que, posterior al 2 de febrero, es necesario un mes más para recoger cada figurita, las limpia con unas brochas especiales y guardas todo hasta el siguiente septiembre que es momento de montar todo de nuevo.

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