ARTABÁN EL PRIMERO
darDOS con garlito
Garlito
Generalmente todas las noches del 5 de enero son muy frías en Pachuca y pese a encontrarse en plenas cabañuelas, los días que representan a cada mes del nuevo año y pronostican su clima, ese día correspondería a mayo en plena primavera, sin embargo lo gélido de la noche nos hace dudar de tal antigua tradición campirana de adelantarse a la predicción del tiempo; sin embargo la astrología base de la astronomía, una ciencia la otra creencia, acertaron y en el infinito a la lontananza, resplandece un lucero en el cielo invernal, dicen es la estrella del Norte, Ursae o Minoris, nadie puede dudar que puede ser la estrella de Belén que guio a los Reyes Magos, otros más atrevidos dicen es Artabán y su resplandor regalo de Dios.
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Noche
En este saqueado pueblo minero, quedan solo algunas viejas historias que se pierden al paso de los años y por la imposición de nuevas costumbres que por no pertenecernos del todo, en cualquier momento se pueden ir sin dejar ese hueco que sí dejan las nuestras, las que sin ninguna gran pretensión, más que por el gusto de aportar algún elemento que construya la personalidad de lo pachuqueño; pretexto para arraigar a sus pobladores, para crear ambiente de concordia, alegría y regalar algo a los más menesterosos, retribuir con lo mínimo a la población, alimentar la ilusión, regalar sonrisas, hacer felices a los niños y niñas, la recreación de la llegada de los Santos Reyes a Pachuca en una cabalgata, esa sí es una tradición de la ciudad, ni los mineros, ni los pastes, ni el fútbol, la cabalgata de Reyes Magos esa sí es auténticamente pachuqueña.
Atracción de migrantes, aventureros, filibusteros y mercaderes, nuestra ciudad Pachuca abrevó de muchas culturas, europeas, orientales, árabes y judíos y aquellos que asumieron estas como sus nuevas tierras, también trajeron dinero, trabajo, riqueza y cultura, tradiciones transformadas a su nuevo medio ambiente y el sector económico más activo, el comercio simulando actividades de sus pueblos originales, crearon lo que años después se conocería como la Cabalgata de los Reyes Magos que recorría el centro de la ciudad con tres personajes a caballo y ante los ojos de los infantes de ayer como de hoy, saben estaban ciertos seguros como todos los adultos, que son los tres Reyes Magos que en el portal de Belén adoraron al Niño Dios y un 6 de enero le obsequiaron como rey que es, oro, incienso y mirra; con más de 70 años de realizarse, esta es una quizá la verdaderamente tradición pachuqueña que en los años 60´s y 70´s se consolidó como fiesta del pueblo, hasta que por los años 90´s y 2000, el antiguo gobierno del estado la interviene provocando su catástrofe, al incluir personajes jolibudezcos que nada tienen que ver con los Santos Reyes, de ahí su fracaso.
De Reyes
Lo que era un pequeño desfile por las principales calles comerciales de la capital, la noche fría del 5 de enero, los pachuqueños todos, salían a la cabalgata, al tianguis de juguetes en las inmediaciones de la iglesia La Asunción, lo sorprendente era ver como aquel juguete, muñeca o carrito visto en la calle, aparecía junto al zapato sin dejar duda alguna de la existencia de los tres Reyes, correr junto a los caballos y acariciar la larga capa de alguno de ellos, reto entre los niños valientes o recibir de sus manos una bolsita de dulces, simplemente dejaba a los infantes con los ojos desorbitados y la ilusión brotando de sus corazones, en la infancia no hay dudas, lo cierto es verdad y esas cabalgatas de los Santos Reyes de Pachuca, no dejaban lugar a dudas, los Reyes Magos existen.
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Hubo un Rey entre los magos que junto a Melchor, Gaspar y Baltasar, irían hasta Belén para adorar al Niño Dios, Artabán su nombre, quien por hacer el bien retarda su llegada y no parte con el grupo, siguiendo la Estrella del Norte, tarda más de 33 años en llegar a Belén y cuando lo hace, presencia la muerte de Jesús, destruido por su fracaso pide perdón a Dios por desviarse del camino y ayudar a los menesterosos, desconsolado sufre por fallarle al Niño Dios; Jesús le dice, tú fuiste el primero, porque donde te necesite estabas ahí, tardaste no por equivocar el camino, sino por hacer el bien y dar felicidad a quien más la necesita, fui Yo quien colocó esos obstáculos en tu camino porque desde entonces te necesito, antes que los otros Artabán estuvo en el cielo con Dios a su diestra y el regalo divino es brillar todos los días en el cielo.
P.D. Comiendo las golosinas ganadas en la Cabalgata de los Reyes Magos, tumbados en el pasto que sí existía en la Plaza Independencia, mirando hacia el cielo, los niños y niñas pachuqueñas se pasaban horas tratando de encontrar a Artabán y los tres luceros de los Reyes Magos; somnolientos, cansados de tanto reír, íbamos a casa y al otro día el milagro era, no importaba el regalo más sí la visita; la Cabalgata de los Reyes Magos de Pachuca, una tradición que debe volver a ser sencilla, humilde como el espíritu de esos Reyes Magos hechos Santos. Años después se descubre que los padres no son los reyes, sino los regalos.
