2021: AÑO PARA SANAR
Desde lo regional
Propone el secretario general de Naciones Unidas en su mensaje por la llegada de 2021, que hagamos de este un año de sanación. Puntualizó António Gutiérrez: sanación del impacto de un virus mortal, sanación de economías y sociedades rotas, sanación de las divisiones y, añadió: empecemos a sanar nuestro planeta.
Traigo la propuesta del diplomático portugués al plano mexicano.
Empecemos por la sanación del virus que a gran velocidad se acerca a las ciento treinta mil víctimas mortales y ronda el millón y medio de contagios, siempre conforme a las cifras oficiales. Preocupante la amenaza acelerada del colapso hospitalario, incluido el enorme desgaste del personal médico y auxiliar que atiende esos servicios y, la carencia de medicamentos en los mercados nacional e internacional.
Hay en ese escenario de rasgos apocalípticos un elemento fundamental, insoslayable para alcanzar la deseada sanación de los males por COVID19: la responsabilidad social que no acaba de sentirse ante los estragos de la pandemia. Llamados van llamados vienen y las calles permanecen con inagotable presencia humana; a la menor provocación se ven abarrotadas de gente sin ninguna contención ni orden, mucho menos distancia sana y seguridad sanitaria.
Hay en ello una mezcla de necesidad económica –justificable-, indiferencia, ignorancia, ausencia de solidaridad y abierta irresponsabilidad. Lo peor es cuando el fenómeno se multiplica con el auspicio o por convocatoria de la misma autoridad obligada a evitarlo.
Importante sin duda la compra gubernamental de la anhelada vacuna y el inicio de su aplicación. La exitosa experiencia nacional en materia de vacunación hasta la erradicación de enfermedades debe ser ahora aplicada. Determinantes a superar son: la velocidad de una producción extranjera, lo que nos deja en total dependencia mientras no seamos capaces de una fabricación propia. Otra, es una acertada distribución geográfica y con el mejor diseño de prioridades en los segmentos poblacionales. Una más es la participación privada que favorezca la mayor cobertura, dirigida a los sectores con posibilidad de pagar, lo cual ampliaría el beneficio de la gratuidad en los menos favorecidos.
De la sanación económica es más complicado vislumbrar horizonte. Las variables nacionales, regionales y globales se conjugan no siempre con los mejores resultados e impactan más en las clases medias. La crisis es mundial y nadie escapará de ella. Los giros políticos como el siguiente gobierno en los Estados Unidos de América, los reacomodos continentales, por ejemplo el Brexit y la posición integrista de Escocia a la Unión Europea; tensiones nacionales como la de la monarquía española, solo por citar algunas, tendrán repercusiones en economías fuertes y emergentes. En México la nueva distribución presupuestaria producirá efectos aún imprecisos. La generación de empleos será clave en el futuro inmediato.
La conducción del tema debe ser compartida y articulada entre empresarios y gobiernos municipales, estatales y federal. Hay una responsabilidad compartida para articular la macro con la microeconomía.
Si partimos de que a medio año la ciudadanía mexicana protagonizará una elección sin precedentes en varios sentidos, cuyos primeros efectos ya se perciben, fácil es advertir consecuencias propias de la contienda electoral. La sola posibilidad de una Cámara de Diputados de oposición mayoritaria para la segunda mitad del sexenio sugiere un ejercicio de prospectiva en los planos federal y estatal
En todo caso habrá necesidad de sanar a la República de las secuelas de la pasión política que seguramente rebasará muchos límites, rebajara el nivel del debate y producirá otros eqhilibrios.
Previos al proceso electoral están en la discusión pública temas de inminente abono a la polarización, anotemos la despenalización del aborto después de la decisión legislativa en Argentina, el anuncio supresor de los órganos constitucionales autónomos y el ofrecimiento de asilo a Julian Assange.
Excepto en el último de los apuntados, habrá una óptica federal y otra, no necesariamente homogénea, desde las entidades federativas. Del aborto hay decisiones legales vigentes de hace tiempo, la más significativa en la Ciudad de México. De la supresión listada, pudiera generarse un efecto espejo que, dependiendo de la conformación de las legislaturas locales replicaría el proyecto en los estados.
El listado de lesiones no se reduce a las enumeradas. Algunas están a la vista y siempre podrán surgir otras hasta ahora imprevistas. Lo importante es cultivar el ánimo para su sanación.