En septiembre de 2021 el Congreso Hidalguense aprobó la reforma para que la Procuraduría General de Justicia del Estado se convirtiera en Fiscalía, un órgano autónomo con estructura jurídica y patrimonio propio.
Las Fiscalías autónomas son una exigencia de la sociedad civil, ya que buscamos que este órgano tenga mayor autonomía, al no depender su designación directa del gobierno en turno.
A casi 4 años de esta reforma, la transición no se ha concretado. El estira y afloja dentro del Congreso que ha tenido que priorizar otros temas, nos tiene con gran incertidumbre sobre cuándo se terminará de concretar el paso a Fiscalía, en un momento socio político que hace que esto sea insostenible.
Aunque los legisladores digan que la Procu-Fiscalía de Hidalgo ya opera en el esquema de la reforma, su actual composición no permite que este órgano realice su función de investigación a profundidad, en Hidalgo que día a día revela más violencia, más injusticia y más impunidad.
La Junta de Gobierno del Congreso ya declaró, otra vez, que no hay fecha, que están abiertos a los cuestionamientos y además que están rebasados entre el gran número de iniciativas que los diputados presentan y la frecuencia de sesiones de comisiones y pleno para sacarlas.
¿Cuándo entenderán los diputados que el trabajo legislativo no se mide en quien presenta más iniciativas, sino en la pertinencia, calidad y posibilidad de que estás de aprueben e impliquen un beneficio para la sociedad?
Las prioridades de esta legislatura deberían estar enfocadas en dos cosas: la culminación de la transición de la Fiscalía y la implementación de la reforma judicial, pero bueno sigamos esperando.
Posdata:
Me parece increíble que haya tres personas detenidas por lo sucedido en la marcha del 8M y todo parece indicar que quienes están llevando esos procesos eran personas que estuvieron en el momento incorrecto, que desastre político el manejo que se ha dado a esta situación.