DANIEL-FRAGOSO-EL SURTIDOR

Visceversa

Además, el sobrepensar puede deteriorar las relaciones interpersonales, ya que la incapacidad para desconectar de estos ciclos de pensamiento puede llevar a la irritabilidad, la falta de atención y el retiro social.

Daniel Fragoso
Marzo 2, 2025

Michi Panero, el menor de los hermanos hijos del célebre poeta español Leopoldo Panero definió, sin querer, toda una era para España al decir: “el desencanto me ha venido impuesto, yo como en todo he sido un mero espectador”.

He pensado en esta frase al atisbar sobre el impacto del sobrepensar en nuestra vida, el cual podría definirse, según la página Terapify como: “El sobrepensar, a menudo considerado un hábito mental inofensivo, puede tener graves repercusiones en nuestra salud mental, emocional y física. Este ciclo vicioso de pensamientos recurrentes y preocupaciones excesivas no solo agota nuestra energía mental, sino que también puede desencadenar una serie de problemas de salud, desde trastornos de ansiedad y depresión hasta problemas de sueño y dolencias físicas como dolores de cabeza y tensión muscular.

Además, el sobrepensar puede deteriorar las relaciones interpersonales, ya que la incapacidad para desconectar de estos ciclos de pensamiento puede llevar a la irritabilidad, la falta de atención y el retiro social. En el ámbito laboral, la productividad y la creatividad pueden verse seriamente comprometidas, ya que el sobrepensar consume los recursos cognitivos necesarios para la resolución de problemas y la generación de ideas innovadoras”.

Para la BBC: “La idea -muy difundida- de que el cerebro consume el 20% de la energía corporal y su peso representa solo el 2% de todo el cuerpo hace pensar que se trata de un órgano que consume mucha energía.

Pero esto es válido sólo en el caso de que el cuerpo esté quieto. El ejercicio físico exige un gasto mucho mayor de calorías para activar los músculos, mientras que el pensamiento requiere sólo unas cuantas, incluso aunque nos haga sentir hambrientos.

Un estudio comparó a un grupo de estudiantes que trabajó intensamente en computadoras, con otro que descansaba. La energía que ambos usaron fue casi la misma. Sin embargo, al terminar su tarea, aquellos que hicieron trabajo mental ingirieron cerca de 200 calorías más”.

Para Goethe: “Lo peor que puede pasarle aun hombre es llegar a pensar mal de sí mismo”, mientras que para Victor Hugo: “Ciertos pensamientos son plegarias. Hay momentos en que, sea cual fuere la actividad del cuerpo, el alma está de rodillas”. Desconozco por que, toda esta deriva me ha conducido a Emerson que afirmaba que: “el pensamiento es la semilla de la acción”. Parafraseando esto, despuès de pensar y sobrepensar, lo mejor que podemos hacer es eso, hacer. de la palabra al hecho y visceversa.

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