Tulancingo, el legado

Agujeros Negros

Transcurrido mes y medio del fallecimiento de Jorge Márquez Alvarado, aún hay desconcierto sobre quien mantendrá su legado político en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) a pesar de la derrota en las elecciones municipales y estatales del 2 de junio, de las que se sigue asegurando que en otras condiciones y él presente el resultado hubiera sido otro.

Por lo pronto el trabajo que realizó en el ayuntamiento por segunda ocasión sigue ofreciendo resultados la maquinaría política y administrativa sigue funcionando, porque las tareas y servicios continúan brindándose a la población sin contratiempos, lo que habla también del compromiso de quienes forman la estructura del gobierno municipal con quien fue su jefe.

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Quien tomó su lugar Eusebio Hernández Apan, en actitud de respeto insiste en que le llamen interino y ha desempeñado en estas semanas la función con responsabilidad, mientras el equipo sigue cumpliendo con los trabajos y responsabilidades asignadas, mientras las estructuras priistas que generó Jorge Márquez, se mantienen a la expectativa sobre qué sucederá.

Aún no saben si alguno de sus hijos querrá incursionar en política, porque están dedicados a proyectos empresariales en los como su padre son exitosos o si bien alguien de su equipo retomará el trabajo e inician la recomposición del priismo tulancinguense que no dependió de la dirigencia estatal, tanto que lograron tener resultados positivos en tres lustros parece pronto para ello, pero el legado político está ahí a la espera de que alguien lo retome.

Hay quien se pregunta que hubiera hecho el amigo en estas circunstancias y piden tiempo para ver que pasa con las estructuras políticas creadas por Jorge Márquez, un trabajo que tiene que mantenerse porque dejó cosas buenas para quienes habitan está municipalidad por la que trabajo incansablemente.

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