Tula, la intolerancia

Agujeros Negros

Cristhian Evanivaldo Martínez Reséndiz un funcionario de segundo nivel que alguien se encaprichó en convertirlo en candidato de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a toda costa, muestra su rostro intolerante y confirma la ausencia de sensibilidad al confrontarse con reporteros que cubren la información del gobierno municipal, agravando la crisis política en Tula de Allende que viene de una administración con altos niveles de corrupción y otra con altos niveles de incapacidad.

A Martínez Reséndiz le limpiaron el camino, primero alguien inscribió en la plataforma morenista a Noé Paredes Meza como aspirante a regidor y cuando quiso registrarse como aspirante a la candidatura a presidente municipal, fue rechazado, por eso fue candidato independiente; luego cerraron el paso a Eduardo Durán Laguna que al ser postulado por el Partido del Trabajo (PT) tuvo toda clase de obstáculos al bajarlo de la candidatura y restituírsela, tarde para realizar campaña.

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Tula de Allende viene de la inundación que dejó 15 muertes y daños que no han sido revertidos además del grave desfalco del alcalde perredista Manuel Hernández Badillo y un gobierno sustituto que poco o nada hizo por superar la crisis; el aliento para los tulenses son los anuncios de la presidenta Claudia Sheinbaum para revertir la contaminación con un concepto de economía circular.

Pero el gobierno local no contribuye en nada, la inseguridad sigue reinando no sólo por los grupos delincuenciales organizados también por los delitos del fuero común, agravado todo por su negativa a sumarse al Mando Coordinado, cuando la policía municipal está descalificada y carece de la confianza ciudadana, más cuando varios de sus integrantes están vinculados a proceso por homicidio doloso. Ahora ofrece una muestra más de su intolerancia al querer tratar como empleados del ayuntamiento a los reporteros, condicionando su cobertura periodística de las sesiones de cabildo, lo que no alcanza el grado de atentado a la libertad de expresión pero que muestra su insensibilidad política y humana, que nadie pagará nuevamente más que la población tulense.

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