Tiempo de reflexión: Fortalezcamos la unidad
In principio erat Verbum
Desde 2020 hacer referencia a la aglomeración de personas se ha convertido en un tema delicado, y a partir de ese año muchas de las actividades que considerábamos como normales pasaron a convertirse en sinónimo de peligro, por lo que la celebración de la Semana Santa no fue la excepción.
Fuimos testigos de momentos sin precedentes, vimos al Papa Francisco celebrar misa en una solitaria basílica de San Pedro, sin el dinamismo y vitalidad que la compañía de miles de católicos solían conferirle a la eucaristía. Comprendimos cada uno a través de la distancia la trascendencia que la unidad física puede brindar en una conmemoración tan importante.
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Hoy, después de dos años de restricciones y medidas sanitarias, la Plaza de San Pedro y las iglesias alrededor del mundo han podido volver a sentir la presencia de millones de fieles; el silencio impuesto se ha transformado en una fe renovada, la esperanza nos sostuvo en los momentos más dolorosos y la unión ha reanudado su promesa con el amor, la compasión y la empatía.
¿Por qué la unidad debe retomarse con más entusiasmo y dedicación? Porque los vínculos siempre serán uno de los propósitos más importantes en nuestra cotidianidad, a través de los cuales no solo nos definimos, sino que en estas fechas también son un impulso que nos insta a retomar el verdadero sentido de esta conmemoración; porque la unión nos incentiva a encontrar nuevas formas de colaboración, de generosidad y de conciencia del prójimo.
No podemos negar que la unión es un pilar fundamental para la reestructuración del tejido social, el cual involucra la integración de cada sector y ámbito social, su importancia es tal, que incluso este 2022, por primera vez el Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede ha presentado el proyecto “Nadie Excluido”, el cual busca implementar instrumentos adecuados y accesibles para que la promoción de la fe sea transmitida a todo aquel que quiera acercarse a ella; es así que se ha puesto en marcha un canal de YouTube dedicado a traducir el mensaje del Papa en lenguaje de señas tanto en idioma italiano como inglés, y el cual está disponible desde Pascua.
Vivimos tiempos complejos, en los que, lamentablemente, imperan el encono, las agresiones y el rechazo; pero, sobre todo, donde las situaciones en las que se explota y se abusa del prójimo han generado indignaciones y resentimientos cada vez más palpables. Debemos reconocer que ante los problemas que continúan aquejándonos la solución no se encuentra en la violencia, la imposición de ideas, o la negación, sino en el perdón, la reflexión y la solidaridad.
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Los cambios nos han enfrentado a miedos y preocupaciones que considerábamos (quizá) superados, pero también nos han mostrado una oportunidad para replantearnos lo que significa la unión de la comunidad ante las crisis.
En ocasiones consideramos que la solidaridad debe mostrarse a través de grandes actos, sin embargo, existen pequeñas acciones que podemos realizar día con día, y que contrario a lo que podríamos creer contribuyen al bienestar social, por ejemplo: donemos, ofrezcamos atención y escucha activa, compartamos una tarde, una plática o tiempo de calidad, hagamos voluntariado o colaboremos con una ONG. No olvidemos que la misericordia cristiana nos hace partícipes de una compasión que acoge y apoya para encontrar soluciones que mejoren nuestra sociedad.
La unión, significa fortaleza ante certezas que se desmoronan, se traduce en amor cuando el odio parece vencer, se convierte en compañía cuando la soledad se abre paso e incluso es un método para combatir los conflictos y enfrentamientos armados alrededor del mundo y de los cuales aún somos rehenes.
Que esta Semana Santa, nos permita recordar que para ayudar al prójimo, que para entenderlo y tener una mejor sociedad, debemos recobrar una empatía basada en el amor y el respeto.
*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política, Religión y Educación.
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