“Tener un libro o periódico en físico es una experiencia”

Jaime Chino reconoce que la llegada de la tecnología y el internet ha reducido significativamente el consumo de revistas, libros y especialmente los diarios

Entre libros, periódicos y revistas ha transcurrido gran parte de la vida de Fernando López Islas, popularmente llamado Jaime Chino, personaje conocido y reconocido en la Bella Airosa. 

De carácter afable y con periódico en mano, Jaime Chino comparte sobre su labor, el día a día y los cambios que a lo largo de 55 años ha presenciado como vendedor de revistas y diarios en los portales. 

“Trabajé como linotipista en El Sol de Hidalgo cuando las instalaciones estaban en la calle Guerrero y el director era don Fausto Marín; en el trayecto pasaba por el puesto de revista del portal, ahí trabajaba mi ahora esposa y también comencé a laborar con ella y su hermano”, recuerda.  

Alternando su labor dentro de la editorial mexicana, posteriormente en el área de cobranza, diversificó el quisco de prensa viajando por más de 14 años a la Ciudad de México en búsqueda de contenidos atractivos para la gente de Pachuca. 

“Gracias a esto hemos logrado dar estudio a mis hijos y ahora ellos a mis nietos, pero viajé diario para comprar en Bucareli los periódicos y las revistas. En uno de tantos traslados me tocó estar en el temblor del 68 y ver cómo se caían los edificios a mi alrededor mientras esperaba mi paquete de revistas, fue impactante”. 

Afirma que su gusto por la lectura influyó para encontrar su ejercicio laboral en la vida, motivado principalmente por sus tíos, quienes insistían que la máxima fuente de información son los periódicos. 

“Desde muy joven mis tíos me invitaban a leer los diarios, me decían que ahí tendría a la mano todo lo que quisiera saber y a la fecha sigo leyendo, ahora solo dos periódicos al día, dejé de leer los ‘chayoteros’, como les llama el presidente, el Reforma y El Universal”. 

Asegura que la vinculación con revistas y diarios locales por más de cinco décadas le ha permitido generar amistades teniendo relación cercana con directores, reporteros, corresponsales y fotógrafos. 

“He conocido a todos los directores, a los dueños, una buena cantidad de reporteros, incluso a sus familias porque así es el eslabón, somos una cadena que trabaja para que la gente esté informada, sepa que sucede en su entorno”. 

Fernando López/Foto: Jessica Manilla

Te recomendamos: Comenzará la segunda Feria Metropolitana del Libro Pachuca 2023

Era digital y la lectura 

Con la llegada de la tecnología y el internet, Fernando López señala que los procesos de elaboración y distribución de revistas, libros y especialmente los periódicos cambió de forma drástica, reduciendo significativamente su consumo en versiones físicas. 

“Sigo en contacto con los periódicos, en gran parte por la amistad, pero desgraciadamente se acabó la lectura, quienes compraban el periódico son ahora gente adulta y muchos de ellos ya fallecieron, aunado a que han subido los precios, el Reforma, por ejemplo, cuesta 30 pesos, eso es mucho. 

“La nueva generación de jóvenes no leen y si leen por su celular, es poco y resumido, porque ya es más práctico, llegan a ocupar el periódico por alguna tarea, o sea se ha perdido ese hábito entre la gente. Tampoco hay ya voceadores… vaya, es una situación difícil”. 

Puedes leer: Invitan al taller de lengua otomí

Diversificación  

Explica que el contexto de las revistas va a la par de los diarios, ya que cada vez son menos consumidas, pasando de vender más de 200 a 5 piezas a la semana, motivo por el cual ha buscado otras alternativas para atraer clientes. 

“Tenemos revistas de espectáculos, cocina, manualidades, moda y vanidad; la gente grande compra de diversión, como sopas de letras, crucigramas y sudokus; y lo que está de momento son las colecciones de libros, audiocuentos y revistas que tienen piezas de colección, ya sean minerales, juguetes u objetos armables. Afortunadamente, tenemos gente que compra eso porque a veces es caro, es más bien un lujo”. 

Con 72 años continúa trabajando también en una imprenta, alrededor de 10 horas al día, asegurando que disfruta el trabajo que hace, externando a los jóvenes la invitación de la importancia de la lectura. 

“Se lo he dicho a amigos y compañeros, no es lo mismo leer un digital a un impreso, tener un libro o periódico en físico es una experiencia, ojalá más personas, especialmente los jóvenes, hagan de la lectura un hábito, que se informen y participen en lo que pasa en el país”.  

“Ojalá más personas, especialmente los jóvenes, hagan de la lectura un hábito” 

Mostrar más