¡SÍ HAY SOLUCIÓN!

darDOS con garlito

Garlito

Desde sus orígenes el Arte Histriónico carecía de un elemento que griegos y romanos fueron integrando a las representaciones, fue el boom cultural de su tiempo; ya el maestro demoledor Moliere, ocupaba el tinglado, armatoste que desaparecía o aparecía, escenografías para ambientar sus sátiras y seriamente usadas en ópera; escenografías para aparentar una realidad, representar una falsa pero con un efecto ilusionista, engañosa incluso para quienes conocen la representación real; escenografías que ocultan el verdadero rostro de un pueblo, detrás de una supuesta belleza, está la fealdad de cerros y barrios pobres, de cartón piedra primero y luego cemento y concreto, muchas de nuestras ciudades son fachadas falsas teatrales.

El patio

Los preparativos eran días antes, escobas, cepillos, cubetas, agua y jabón y una contagiosa energía por parte de toda la familia, para limpiar, arreglar, escombrar, ventilar, resanar, pintar, una manita de gato a la casa, porque habría invitados de lejos, parientes de Jalisco y Guanajuato, amigos de Nayarit y algunos desconocidos del caribe, lo importante que buen número de visitas llenarían la casa que como en sus mejores momentos, debe relucir de limpia y ordenada, aunque sea solo el tiempo que dure la visita; se amontona la basura y se desecha en el camión, se barren banquetas, limpian escaparates y los frentes de sus hogares, riegan las flores, hasta parece otro pueblo, como los que describe García Márquez allá en Macondo al amanecer en primavera; los foráneos vendrán a disfrutar de un poblado que si no fuera por la invasión de comerciantes ambulantes en la vía pública, jardines y espacios públicos, jaurías de perros, indigentes, un tráfico vehicular a punto de desquiciarse y un ligero desdén y falta de solidaridad entre sus habitantes, podríamos decir que es un hermoso pueblillo, capital del estado.

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Los pachuqueños amanecimos de pronto una hermosa mañana, sin comerciantes ambulantes, con cuadrillas de trabajadores limpiando aceras y fachadas de edificios públicos, recolectores de basura limpios, jardineros dando especial atención a las áreas verdes, incluso había agentes de tránsito agilizando el paso de los automotores, en las esquinas no había montañas de basura y muchos supusieron que seguían durmiendo, no podía ser real, Pachuca limpia, fresca animosa, ordenada, contenta; la solución había llegado, para contar con una ciudad digna, limpia y ordenada, requerimos vengan visitantes para que admiren como una ciudad, antigua sucia ahora podría ser limpia y bonita; propuesta: porqué no cada semana se efectúa un evento y para lucirla la despojamos de todos los elementos que impiden llegara a ser sino mágico, al menos un pueblo limpio.

De mi casa

La solución nos sorprendió, Pachuca puede ser una ciudad ordenada y limpia, sin el caos que provocan ambulantes, indigentes y vivales que se aprovechan de los visitantes, los turistas cualquiera, son turistas y deben llevarse una imagen digna de una entidad que férreamente, con estrategias bien elaboradas, una capacitación profesional a los prestadores de servicio y no excederse en el abuso de la explotación de posibles rincones tradicionales o bellos, dosificar los atractivos para no agotar un potencial que requiere administrarse y paciencia, el exceso de información y oferta, desvirtúa en algo, la calidez del turismo foráneo y local.

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Proponer a Pachuca, sin grandes atractivos turísticos, como el umbral al gran turismo que los otros municipios ofrecen, le darían a la ciudad la responsabilidad de mantener una imagen atractiva, limpia, ordenada, no una eterna ganga de calcetines y abrigos para mascotas, de puestos de golosinas y postres no hidalguenses, solo exista presencia de artesanos hidalguenses y no de Puebla o Tlaxcala, que acaparan los Centros Históricos: para que Pachuca sea una ciudad amiga del turismo, solo debe replicar lo hecho durante la visita de todos los pueblos mágicos de México, esa iniciativa sería benéfica y permanente e intentaría ser acorde a políticas públicas importantes para el gobierno estatal y deje de ser un gran y triste tinglado.

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Rolando García

Pachuqueño, periodista guionista, registrando la historia cotidiana de todos los días
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