Rumbo al 8M: reflexiones y críticas
En contra del mar
Para los movimientos feministas el 8M es la fecha más importante del año. Sin embargo, los preparativos para el evento cada año se han hecho más complicados.
No solo tenemos que enfrentarnos a gobiernos que buscan reprimir la protesta, ni a grupos conservadores que buscan despolitizar la fecha para convertirla en una banalidad. Ahora dentro de nuestras trincheras lidiamos con aquellas feministas que buscan anular derechos humanos.
La organización de mujeres y disidencias siempre ha girado en torno al conflicto. Es normal, de hecho es esperado. Todas crecimos en contextos donde normalizamos la violencia y encontrarnos ha significado nombrarlo, visibilizarlo, afrontarlo. Procesos bastante dolorosos, desintoxicarse de los sistemas de opresión no es tarea sencilla.
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Quizás fui demasiado ingenua pero nunca pensé que en algún momento de mi vida en los feminismos estaría discutiendo con otras mujeres que desde una misma raíz política, negarían la existencia y los derechos a las personas.
Las feministas fundamentalistas, conservadoras y de derecha hoy hacen que construir de forma colectiva sea imposible. Desde una superioridad, con pensamientos conspiracionistas y muchas movidas por la furia y la venganza, llegan a los espacios para tratar de imponer sus discursos, que juran que no, pero suenan igual a los de aquellos machos, religiosos, políticos utilizaron en contra de nosotras para anularnos.
Creo fervientemente que lo que defendemos desde los feminismos es la autonomía y la libertad, todo tan lejano a lo que ellas pregonan en redes y marchas.
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Estamos genuinamente agotadas, con miedo y furia por el mundo en el que nos tocó vivir, por acompañar, por luchar y todavía tenemos que cargar con estás conservadoras.
Si algo deseo para este 8M es que ningún discurso, ningún graffiti, ninguna consigna siga perpetuando estos discursos de odio.
