Repensemos el 2021
In principio erat Verbum
“El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”.
Víctor Hugo
Es probable que hayamos sentido que este año paso demasiado rápido, que las metas, propósitos e ideas que pensábamos cumplir cuando comenzó hayan quedado lejos de realizarse, y es que la globalización y la velocidad con que la tecnología ha impregnado la cotidianidad hacen que las horas y los días no rindan.
Este 2021, al igual que el pasado, continuamos enfrentando las vicisitudes que nos trajo la pandemia declarada el 11 de marzo del 2020 por la Organización Mundial de la Salud, pero si algo bueno podemos aprender de esta crisis, es que la cooperación es fundamental para enfrentar los problemas, que la solidaridad se hace más grande ante las dificultades y que la resiliencia debe ser el centro de nuestro pensamiento de ahora en adelante.
Ya que estamos muy cerca de que un año más pase, podemos mirar hacia atrás y hacer un pequeño recuento de todo aquello que como sociedad nos ha transformado, y es que no podemos olvidar que el mundo estuvo marcado por actividades que en un futuro se convertirán en referentes.
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Por otro lado, después de posponerse un año, los Juegos Olímpicos de Tokio se llevaron a cabo bajo las medidas establecidas para minimizar los contagios por el COVID-19. No podemos negar que cierta polémica envolvió a estas jornadas, temas como la desigualdad de género, el rechazó de los japoneses para su realización, pero sobre todo la denuncia de algunos deportistas de alto rendimiento entre ellos la célebre Simone Biles, han colocado a éstos como unas de los más controvertidos.
Y es que diversos atletas decidieron alzar la voz y hacer mención de su salud mental, aludiendo que atravesaban problemas de ansiedad y depresión, entre otros, ya que contrario a lo que podríamos pensar y aunque creemos que se encuentran entrenados para tolerar la frustración, el dolor en ciertos niveles y el estrés, muchos de ellos acarrean expectativas considerables tanto familiares como nacionales, e incluso de estatus económico sobre sus hombros.
Si de Tokio 2020 hablamos, tenemos que mencionar que nuestro país se enfrentó a varios escenarios complicados; una supuesta confusión de la Federación Mexicana de Ciclismo, dejó sin poder competir a Jessica Salazar, una de las atletas más fuertes en la rama; además de que la selección de softball y baseball se vieron fuertemente criticadas, y a esto hay que añadir los escasos recursos y apoyo que acusaron los deportistas mexicanos.
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Por otro lado, que no podemos olvidar el caos que generó que el estado Talibán tomara el control de la capital en Afganistán y las terribles escenas de personas buscando ser evacuadas, la situación de peligro de miles de niñas y mujeres, y la desesperación en el rostro de padres, hermanos e hijos.
Es cierto que ha sido un año difícil, pero no todo ha sido malo, hemos sido testigos de espectáculos astronómicoxs que no se repetirán en cientos de años, la ciencia continúa dando pasos agigantados para mejorar la calidad de vida, la tecnología cada vez se centra más en el bienestar y el cambio climático se ha consolidado como un rubro sustancial.
Cada equivocación que se ha entendido para no repetirse, cada miedo que se ha enfrentado cara a cara, cada expectativa superada, cada vez que alguien nos dijo no y lo desafiamos para superarnos, pero sobre todo, cada vez que de una crisis o problema pudimos lograr un aprendizaje se traduce en que todo habrá valido la pena para seguir avanzando.
Espero que este 2022 nos permitamos seguir creciendo y continuar aportando a nuestro alrededor y al prójimo, ¡Feliz año y próspero nuevo 2022!
*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación.
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